El retorno de las sabatinas sin olvido

Martina Vera

A partir de entonces la crítica a un gasto importante en plena crisis económica y tras el terremoto fue aguda. El Presidente dijo que para acallar las quejas de la «prensa corrupta» y la «oposición mediocre» financiaría los Enlaces con aportes de voluntarios, sin costo para el Estado, y suspendió temporalmente las sabatinas con público. Este sábado, retomó el Enlace con audiencia en Pedernales donde fui a constatar si Rafael Correa cumplió o no con su palabra. El descubrimiento que hice fue distinto y más importante.

Un nuevo modelo de financiamiento

Este sábado,  Alianza País encomendó a la empresa que ponía en escena el Enlace Ciudadano y con la que el Jefe de Estado cesó el contrato, que cumplieran con esa labor en Pedernales. En esta ocasión, quien pagaría el costo sería la militancia del partido a través de donaciones económicas. Así lo afirmó el Secretario de AP, Luis Monge. Según Rafael Correa, once organizaciones financiaron el evento, pero no especificó el costo final del mismo ni el aporte de cada entidad. Lo que sí fue evidente, es que en el Malecón de Pedernales se erguía un enlace más austero, pero que surtió efecto en la audiencia.

El Efecto Sabatina en Pedernales

Pedernales era una localidad fantasma tres semanas atrás. Pocas personas recorrían sus calles, dos o tres negocios se encontraban abiertos y era difícil encontrar posada. Hoy, Pedernales es otra. Los visitantes de organizaciones sin fines de lucro, empresas privadas e instituciones públicas mantienen a los restaurantes, cafeterías, hoteles y vendedores ambulantes ocupados.  A esos colaboradores se suman personas de la propia localidad y otras de distintos cantones que viajan el viernes y sábado para participar en el gabinete itinerante y el Enlace Ciudadano. Eso, genera un ambiente emotivo en zona cero, una localidad vulnerable y también propicia varios lapsus de olvido.

Un lapsus de olvido

La música, las ovaciones, los gritos, los logos y las propagandas previas al Enlace Ciudadano sumieron a Pedernales en un lapsus de olvido. En lo personal, durante algunos minutos, olvidé que el Presidente que arribó al Malecón endiosado por sus militantes, fue quien gozó del mayor apoyo popular visto en la historia contemporánea del país y prometió un cambio que no se ha cumplido. Administró irresponsablemente los fondos públicos. Desendeudó al país para luego entregárselo a China. Prometió acceso a la educación plurinacional para todos, pero no la otorgó y permitió que se condene a cárcel a los Saraguro que protestaron por ello. Dividió aún más a un país de contrastes y clasismo. Acalló a la prensa y calumnió a la oposición.

Sin embargo, tan pronto como Rafael Correa inició su discurso, recordé. Recordé que más del 50% de la sabatina no se destina a informar sino a criticar, insultar y vejar a otros partidos políticos, medios, periodistas, empresarios, educadores, dirigentes sindicales y algunos trabajadores. Recordé que por cada discurso de dólar «bien invertido» se elude hablar de los sobreprecios y demoras en contratos estratégicos. Recordé que el desempleo y el subempleo atacan al Ecuador pero se ignora por completo su existencia y se habla de un país en el que no vivimos. Recordé que si bien el derecho a la información es inalienable y que ningún otro gobierno rindió cuentas exhaustivas junto al pueblo, el Enlace no puede ni debe utilizarse como excusa para mantener al gobierno nacional en campaña los 365 días del año. No puede tampoco utilizarse para calumniar y atacar a opositores o críticos, generar odio y animadversión entre ciudadanos, ni adoctrinar con un discurso manipulador y lascivo.

El nuevo Enlace lo coordina y financia Alianza País. Pese a ese cambio, nada más es distinto. Como dice el Presidente, Prohibido Olvidar! Y yo, no olvido.

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