El No a la mayoría absoluta

Martina Vera

Martina Vera Pérez
Quito, Ecuador

Esta fue una semana noticiosa para Ecuador en lo político y lo electoral; también lo fue para España donde tampoco faltaron figuras que se posicionan más allá de los acuerdos, los planes de gobierno y los partidos. La diferencia es que ahí llega la hora de demostrar lo aprendido. Ese país, acudió a las urnas por segunda vez para decidir quien tomará las riendas del ejecutivo tras emitir un voto en diciembre que ningún partido supo interpretar. Tras siete meses sin gobierno, los resultados del 26 de Junio son muy parecidos a los del 20 de Diciembre. Los españoles dejan claro que quien quiera gobernar tendrá que hacerlo en minoría, sujeto al control opositor o bien deberá entablar acuerdos con otras fuerzas políticas. Pocos confían en un gobierno que goza de mayoría absoluta. ¿Confiamos en ese tipo de gobierno en Ecuador? Si no lo hacemos ¿sabrán los líderes políticos interpretarlo?

No a la mayoría absoluta no es suficiente

España entró en una de las peores crisis económicas de su historia en el 2009. Tras las elecciones del 2011 el Partido Popular (derecha tradicionalista) asumió las riendas del país con mayoría absoluta y tuvo que implementar duros ajustes para superar la crisis. Años después, esas medidas y varios escándalos de corrupción mermaron la popularidad del partido y suscitaron la aparición de dos fuerzas políticas nuevas que fragmentaron el voto en el 2015. Privaron así, al Partido Popular de renovar su mayoría absoluta. Los españoles no consideraron a ningún partido lo suficientemente responsable ni lo suficientemente plural para gobernar en solitario. Puesto que ningún ego está dispuesto a generar acuerdos con otro partido, España no solo se adentra en su séptimo mes sin gobierno, sino que aquellos partidos que se denominaron fuerzas de cambio tendrán que permitir que el Partido Popular gobierne nuevamente.

En nuestro país, la formación verde que acapara las instituciones, ha gobernado durante la última década con mayoría holgada. Nuestras experiencias con esa mayoría no han sido positivas. La corrupción ha sido abundante y aun permanece cobijada. Se promulgaron leyes destructivas y antidemocráticas. Se trastocaron las finanzas públicas y el sistema judicial. Se vendió la salud pública al mejor postor. ¿Le diremos no a la posibilidad de renovar esa mayoría absoluta?

Voto dividido

Una encuesta divulgada por el PSC-MDG atribuida a Informe Confidencial revela que un 12% de ciudadanos tienen intención de votar por la Asambleísta Cynthia Viteri para Presidenta frente al 14% que prefiere Guillermo Lasso y al 27% que apoya a Jorge Glas. Otros pre candidatos tienen su margen de apoyo pero ninguno reúne, en solitario, los votos necesarios para generar una alternancia en el 2017. Sin embargo, pese a que Ecuador dice NO a renovar la mayoría de Alianza País en Febrero, el ego o la inconsistencia de prioridades de figuras y partidos políticos opositores  es ya un impedimento para interpretar la voluntad popular y postular candidaturas de consenso que contrarresten los votos de la formación verde. Por separado, los pre candidatos de la oposición son los mejores aliados del oficialismo. Así también lo fueron todos los partidos españoles que compitieron contra el Partido Popular. De poco o nada sirve nuestro voto si quienes deben interpretarlo no saben escuchar. Seguramente esos partidos y figuras aprenderán tarde y mal que la democracia no se equivoca, sus intérpretes sí.

 

Más relacionadas