Más propuestas, menos candidatos

¡Lógico! Los ciudadanos buscamos superar la crisis económica que ya ha cobrado 272 mil empleos plenos en lo que va de 2016, según cifras oficiales del INEC. Y luchamos por reactivar no solo Manabí y Esmeraldas después del terremoto, sino a todo el Ecuador donde hoy tenemos más becas y edificios educativos, pero cientos de miles de jóvenes sin trabajo ni acceso a la universidad; más carreteras, pero no caminos vecinales; más urea, pero no desarrollo agrícola; más hospitales, pero no medicinas; y en esta década de correísmo tuvimos bonanza petrolera, pero hoy no tenemos mejores niveles de empleo.

Todos, menos el Presidente saliente, sabemos que hay crisis. Lo que necesitamos son propuestas para vencerla. Hay muchas: desde sumar inversión privada, que crea 9 de cada 10 puestos de trabajo, a impulsar el agro y dragar ríos para potenciar al sector rural que sostiene las exportaciones, pasando por prevenir el consumo de drogas, apoyar el emprendimiento y renegociar la deuda pública, hasta separar los poderes del Estado, combatir la corrupción y garantizar la libertad de jóvenes para estudiar y de todos para expresarnos en paz.

Ahora bien, para que esas y más ideas se hagan realidad, lo que NO necesitamos son muchos candidatos en 2017 que dispersen la votación por el cambio, boicoteando la oportunidad de lograrlo en la próxima Presidencia y Asamblea Nacional. Y si bien la unidad absoluta es improbable —acaso indeseable—, lo sensato es canalizar todas estas propuestas en una sola candidatura con más opciones de ganar.

Ojalá la clase política así lo entienda. El pueblo y la historia están mirando.

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