El cuento suizo de Lenin

Lenin dijo que no hay que bajar impuestos, sino analizar una tregua normativa. Es decir, Lenin mantendría tributos que hoy encarecen el comercio, quiebran negocios y provocan despidos. Dijo que los impuestos los pagan pocos, pese a que todos sentimos que ha aumentado el costo de la vida y los sueldos rinden menos. Lenin está confundido y es comprensible: él vive en Suiza, un paraíso fiscal, y pagó cero impuestos en Ecuador el 2015.

Ahora bien, Lenin planteó aumentar el gasto público. Pero si no va a subir impuestos, ¿entonces subiría la deuda, que ya casi llega al 40% permitido por ley? No sabemos cómo pero sí por qué: Lenin defiende pagar a maestros, médicos, policías, etc. Coincido: el problema no son servidores útiles y necesarios, sino el despilfarro en abrazadores de árboles como Freddy Ehlers o el contrato millonario al yerno de Lenin para limpiar unidades de policía, que recién reveló el portal FOCUS. O su propia estadía dorada en Suiza. ¡Ahí sí hay harta tela que cortar!

En definitiva, Lenin se niega a rectificar errores con tal de asegurar su candidatura y ofrece continuar el mismo modelo correísta que, tras el mayor boom petrolero de la historia, hoy nos tiene en la peor crisis desde el feriado bancario. Lo que merecemos, en cambio, es atraer inversión privada, crear empleo y mejorar la inversión social sin farrearse la plata del pueblo. ¡Ecuador, no comas cuento!

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