Guayas y Nebot, claves

De las tres provincias con los distritos electorales más grandes, Manabí está definida a favor de Lenín Moreno, y Pichincha de Guillermo Lasso, según previsiones razonables. Falta por definir Guayas. En Pichincha, si bien ganó Moreno, la diferencia con Lasso fue de 100 mil votos, pero cerca de 400 mil electores apoyaron las candidaturas de Cynthia Viteri y Paco Moncayo. No es difícil anticipar que de esos votos disponibles un porcentaje mayor irá al candidato de la oposición, teniendo en cuenta los pronunciamientos de Viteri y Moncayo y el sentimiento anticorreísta que prevalece entre los quiteños de clase media. Manabí, en cambio, se definirá a favor de Moreno, aunque allí es difícil imaginar cuánto más puede crecer el candidato de Gobierno dada la ya alta votación (más de 50%) lograda en la primera vuelta. Dado el tamaño de los distritos, el triunfo en Pichincha de Lasso le dejará con un pequeño saldo a favor sobre el de Moreno en Manabí.

El problema será Guayas. En la suma de los cuatro distritos, Moreno obtuvo una votación mayor a Lasso por alrededor de 400 mil votos. Sin embargo, los apoyos a Viteri y Bucaram sumados llegaron a los 800 mil votos. La votación del PSC y de Fuerza Ecuador tienen en Guayas un fuerte arraigo popular. Lo interesante de Guayas, y en particular de Guayaquil, es su historia política de fuerte tradición populista. El PSC es un partido muy interesante porque articula una visión desde las élites con una raigambre popular. El dominio socialcristiano a nivel local se produjo gracias al desplazamiento del PRE de la escena política, que tímidamente volvió a tener cierta presencia con Dalo Bucaram. Sin embargo, la mayor parte de la votación populista guayaquileña se ha desplazado hacia Alianza PAIS. Como mostraron las votaciones de la primera vuelta, AP capta toda la votación que antes iba al populismo. De ser una fuerza con predominio nacional, AP se ha convertido en un movimiento predominantemente costeño, sin presencia mayoritaria ni en la Sierra ni en la Amazonía, donde en conjunto Moreno fue vencido por Lasso.

Siendo Guayas tan importante para Lasso en esta segunda vuelta, el papel de Jaime Nebot resulta crucial. Nebot tuvo una muy controvertida postura en la primera vuelta al haber postulado a Cynthia Viteri a la Presidencia en lugar de intentar seriamente construir una alianza política con Lasso. Apenas derrotada Cynthia, quiso rectificar su error dándole un apoyo claro a Lasso en la segunda vuelta. Sin embargo, una cosa es declarar que el PSC respaldará a Lasso –porque lo prefiere al socialismo del siglo XXI– y otra muy distinta movilizar todo su aparato político y municipal para promover activamente el voto por Lasso. En su última declaración oficial al respecto, Nebot dijo que el candidato de CREO debe reunirse con Cynthia Viteri para seducir a los votantes socialcristianos y moverse en la provincia en términos electorales. Las dos afirmaciones son ciertas, pero dejaron entrever una cierta ambigüedad en torno a si movilizará o no sus redes para persuadir a sus votantes a favor de Lasso. Si el alcalde no moviliza toda su maquinaria, puede ser muy probable que el voto popular del Guayas vaya hacia la opción populista antes que a una candidatura que, a pesar de todo, carece de raigambre popular y tiene una imagen elitista. (O)

  • El artículo de Felipe Burbano de Lara ha sido publicado originalmente en el diario El Universo.

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