Los ginebrinos y la dudosa y magra victoria de Correa

Durante la campaña usó descaradamente todos los recursos públicos, tuvo un Consejo Electoral administrado por su compadre y durante el procesamiento de los votos, sospechosamente, se cayó el sistema. Un resultado electoral sin transparencia. Dada la subordinación de todos los otros poderes a la voluntad de Correa, la verdad verdadera, la del traspatio de los procesos electrónicos de registro y contabilización de votos será post verdad. Si el Secretario de la OEA apresuró el reconocimiento del resultado electoral sólo se explica porque tiene el frente abierto con la Venezuela de Maduro y no puede abrir otro. La lucha contra el fraude debe continuar.

Hoy por hoy, Correa se alza con esa dudosa y magra victoria y continuará en el poder ejerciéndolo vicariamente desde el cielo de Bélgica. Ahora la tecnología lo permite: será el primer presidente virtual de la historia a través de tuits y videoconferencias y de su hombre de confianza: el astuto y calculador Jorge Glas. El otro, el ginebrino, como se hizo evidente a lo largo de la campaña, es tan solo una máscara.

Como es ampliamente conocido Glas manejó el núcleo duro de los negocios del Estado: hidrocarburos, gran minería, telecomunicaciones y las grandes obras de infraestructura con sus propios feriados y su estela de corrupción. Dispone de una red de equipos tecno-burocráticos a su servicio en todos los sectores estratégicos del gobierno, muy difíciles de desmontar. Es el inquilino de Carondelet con derechos establecidos. La victoria de Correa, el control de la Asamblea y de los otros poderes del Estado garantizan a Glas (y por supuesto a Correa) impunidad total y mucho horizonte por delante, en todos los aspectos, incluido el de la sucesión al trono. Si hay un ganador de estas elecciones es Glas. ¿Estará dispuesto a ceder a los recién llegados de Ginebra su participación en este ámbito de la política gubernamental, tan jugosa en beneficios? Será un aspecto interesante de la repartija que de todas maneras conlleva la gestión vicaria del poder y por supuesto de las alianzas y componendas casa adentro.

¿Y los ginebrinos? La victoria dudosa y magra de Correa deja a los ginebrinos con una pesada carga a más de la dosis de ilegitimidad del propio proceso electoral.

1) Más allá de la impunidad garantizada para la cúpula de Alianza País, las acusaciones de corrupción pesan y seguirán pesando. Aunque se trate de tapar al sol con un dedo, en algún momento, se sabrán los nombres de Obredecht que se sumarán a la larga lista de aquellos identificados por Fernando Villavicencio en su valiente libro. ¿Seguirán los ginebrinos en el juego de ocultamiento? No lo dudo. Los trapos sucios se lavan en casa, esa es su consigna. Las acusaciones de corrupción pueden ser un arma poderosa en el reparto del poder al interior del viejo gobierno en su nueva etapa.

2) Desconozco cuál será el equipo económico de los ginebrinos, no sería extraño que sea el mismo de Correa, tal vez remozado con uno u otro nombre de segunda línea. En todo caso la ficción de una economía en plena recuperación se desvanecerá más temprano que tarde. La crisis estallará en sus manos y deberán asumir algún tipo de alternativa en política económica: moneda propia/desdolarización y dinero electrónico. ¿Más deuda? Es probable que inventen algún engendro jurídico acordado con sus representantes en la Asamblea que amplíe los límites del endeudamiento y que paralelamente se siga esquilmando al Banco Central y al IESS hasta llevarlo a la quiebra, para lo que falta poco. El equipo económico de Correa es experto en eso y en maquillar las cifras económicas. Sin embargo, no renunciarán a mantener un modelo de gasto público destinado a garantizar las lealtades políticas.

3) Restablecer el diálogo con los movimientos sociales. ¿En base a qué? ¿Cargos públicos? ¿Cooptación? ¿Reforma Agraria? ¿Expropiación de empresas? ¿Límites draconianos a la propiedad? Es un terreno en que toda demagogia es posible.

4) Los ginebrinos están totalmente casados con el modelo autoritario de Estado. En la deriva autoritaria no hay vuelta atrás. Si se mira el panorama institucional lo único que quedó al margen del correísmo fueron las Fuerzas Armadas. Sin embargo logró golpearlas y fraccionarlas. Le faltó tiempo para completar la tarea. El sueño de convertirlas en Fuerzas Armadas Bolivarianas está plenamente vigente en Alianza País y en los ginebrinos. Hoy  tienen tiempo para hacerlo.

5) En el modelo autoritario de Estado, en la dictadura perfecta no caben medios autónomos, independientes. Durante la campaña Glas ya apuntó contra las redes sociales. Post elecciones hoy está en la mira Ecuavisa y durante la campaña siete medios fueron acusados. No creo que lo ginebrinos tengan el menor interés en abrir el corsé con el cual han controlan los medios.

Corolario: hasta que no se pruebe lo contrario, los ginebrinos serán los vicarios andinos del verdadero poder, el del señor de los cielos de Bélgica, obligados a desentrañar el sentido último de los mensajes que les envíe. Toda decisión crucial pasará por él y por su hombre de confianza: Jorge Glas. Tiempos difíciles en los que la tarea más importante será recuperar la democracia. (O)

 

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