‘Acepten la derrota’

He preferido consignar imágenes, porque ellas gozan de un poder revelador que no se debilita con el tiempo y que resisten, silenciosas y dignas, a la retórica desgastada y malsana de un proyecto político mentiroso y sus súbditos.

Primera imagen: Un político, que durante el ejercicio de su alto cargo público pregonó la amabilidad y el diálogo cordial, busca la presidencia de la República desde el partido oficialista. A su silla de ruedas se acerca una joven periodista y le pregunta sobre un ex alto cargo del gobierno, primo del presidente saliente, prófugo de la justicia por un caso de corrupción. El político contesta de mala gana. La joven periodista insiste. El político, con desdén y la mirada violenta, empuja el brazo de la joven y le dice: “Usted ya preguntó”.

Segunda imagen: El presidente de la República, cuyo partido ha conseguido permanecer en el poder a duras penas, ofrece las primeras declaraciones a la prensa sobre la elección de su sucesor. Una periodista le pide unas palabras hacia esa otra mitad del país que no votó por el candidato oficialista. El presidente le pregunta a qué medio pertenece y, cuando obtiene la respuesta, responde: “Mire, no sea sufridora, nosotros hemos ganado, ustedes han perdido, acepten la derrota, inauguren la decencia en cierta prensa”.

Tercera imagen: El político, antes amable y hoy violento, quien según el CNE, obtuvo la mayoría de votos para la presidencia de la República, ofrece una rueda de prensa. Un periodista le saluda diciéndole licenciado, un título recientemente registrado en el expediente del político, y le hace una pregunta. El político, que antaño hablaba de humildad, vomita: “Yo soy, desde que el presidente del Consejo Nacional Electoral dio los resultados, soy el presidente electo de los ecuatorianos. No me trate como candidato en su medio, por favor. Por favor. Cuando usted me trate con respeto, será también respondido con respeto. Por favor, de aquí en adelante tratémonos con respeto mutuo. ¿De acuerdo?”

Pienso en esas imágenes y pienso en el país. He acumulado frases e ideas para escribir esta columna desde la noche en que el país conoció los resultados del balotaje dados por el Consejo Nacional Electoral. Hoy desisto de escribirlas, porque pienso que las tres imágenes que les he compartido son más poderosas y decidoras. Los periodistas no fueron derrotados, pues siguen informando, preguntando e investigando. Con el paso del tiempo, esas imágenes serán el resumen de estos años, la verborrea y la locura. Más temprano que tarde, veremos estas imágenes y sabremos, por fin, el papel que, en un tiempo de oprobio e indignidad, jugó la prensa libre del Ecuador.

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