Según Tacla, sería coima

“La Fiscalía aclara un error involuntario. En el boletín de prensa, emitido el sábado 22 de abril de 2017, se indicó que Alecksey M. habría recibido un pago de un millón de dólares relacionado con el proyecto Toachi Pilatón. Parte de esta información se basa en la versión de Rodrigo Tacla Durán, exabogado de la constructora brasileña Odebrecht. En la versión, Tacla menciona sobre la entrega de un millón de dólares, pero aclaramos que no señala el nombre del proyecto”.

Más allá de la doble mojigatería (el error “involuntario” y la inicial del apellido), todos sabemos que el recule obedeció a que el día anterior el presidente de la República, acudiendo a las declaraciones dadas por Tacla, enmendó la plana a la Fiscalía, haciendo notar -correctamente- que ninguna mención hizo aquel del proyecto Toachi Pilatón.

Digresión: me toca corregir mi columna del viernes 28 de abril, en la que, citando el boletín hoy enmendado, dije que aquel millón de dólares habría sido entregado al exministro Alecksey Mosquera “para agilizar el trámite relacionado con la hidroeléctrica Toachi Pilatón en su fase de ejecución”. Retiro esa parte, incluida por el error al que me indujo “involuntariamente” la Fiscalía.

Regreso. Como la versión de Tacla parece merecer algo de credibilidad en las más altas autoridades del Estado, destaco que ahí se lee que el susodicho millón fue transferido desde una cuenta de Kleinfeld, offshore de Odebrecht usada “para pagar coimas” (segunda respuesta). No puede, entonces, con o sin Toachi Pilatón, limitarse la investigación a asuntos de evasión fiscal, pues si hubiese recepción aplazada de “promesas aceptadas” durante el ejercicio de un cargo público, sería cohecho (Código Penal de la época, art. 285). En este concepto parece estar de acuerdo el presidente de la República: “Si Mosquera recibió pagos… …luego de ser ministro por hacer favores mientras se encontraba en funciones, que reciba todo el peso de la Ley, pero con pruebas” (tuits, 2 de mayo, 2017).

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