Exprópiese, exprópiese

Alberto Molina

Era el domingo 7 de mayo de 2010, caminaba por la Plaza Bolívar en Caracas, escoltado por sus seguidores autodenominados, irónicamente «custodios del Libertador»; en un calculado show y con cámaras de televisión, Chávez preguntaba al alcalde del municipio Libertador, «¿Y a quién pertenece el edificio que está allá?», cuando el burgomaestre respondía que estaba en manos privadas, Chávez ordenaba: exprópiese, sin más explicaciones.

Para expropiar la propiedad que se le antojaba a Chávez; previamente, la Asamblea sumisa a su omnímoda autoridad, había aprobado “La Ley de Propiedad Social” que faculta al gobierno a «declarar la utilidad pública y el interés social de bienes, materiales e infraestructuras que se determinen susceptibles de ser declarados de propiedad social, para asegurar la producción socialista», es decir que contaba con impunidad legal absoluta.

Es harto conocido el tema de los terrenos de los Samanes de la seguridad social militar, Correa ordenó arbitraria y abusivamente que se debite 41 millones de dólares del ISSFA por un supuesto sobreprecio que según su agencioso asesor jurídico, la representante de la ministra de Ambiente que firmó la escritura de compra-venta, había cometido “un error de buena fe”.

Por disposición del ahora expresidente Correa, la administradora de los bienes inmuebles del sector público, Inmobiliar, negociaba la compra de 4 predios de propiedad del ISSFA, con el objeto de ampliar el parque de los Samanes. Las negociaciones no fueron fáciles, siempre rondaba la desconfianza, en forma especial en los vocales miembros del directorio, representantes de los oficiales y personal de tropa en servicio pasivo, la mala experiencia en la venta anterior de terrenos de los Samanes, pertenecientes al ISSFA, se justificaba plenamente la desconfianza.

El Consejo Directivo del ISSFA, en sesión extraordinaria de 4 de mayo de 2017, resolvió la transferencia de dominio únicamente de tres predios, excluyendo el inmueble de clave catastral 90-0781-001-0001; es decir, el complejo deportivo “Los Samanes” que se encuentra actualmente en alquiler en manos del club deportivo Emelec.

Inmobiliar comunica en forma sorpresiva “por haber interés de utilidad y orden público, es decisión del Estado ecuatoriano expropiar los tres predios que se estaba negociando, más el polideportivo Los Samanes”, aduciendo, como pretexto, que el representante legal del ISSFA no había contestado la propuesta de transferencia hecha por esta institución del Estado.

La orden de expropiar los tres predios mencionados y el complejo deportivo “Los Samanes”, se dio 6 días antes que concluya el gobierno de Correa, pese haber llegado a un acuerdo entre el ISSFA e Inmobiliar, de realizar una permuta entre los terrenos de los Samanes pertenecientes al ISSFA y los que ofrecía Inmobiliar en Quito y en Guayaquil; simplemente, la orden era: exprópiese.

No importaba que el Art. 372 de la Constitución, referido a la Seguridad Social, diga: “(…). Ninguna institución del Estado podrá intervenir o disponer de sus fondos y reservas, ni menoscabar su patrimonio”.

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