Piñera vuelve a ganar en Chile

Además, el triunfo de quien ya fuera presidente del país entre 2010 y 2014 confirma el giro liberal de la región que arrancó en Argentina con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada.

Hay que destacar que el presidente electo rompió todos los pronósticos —las encuestas, como viene sucediendo, volvieron a fallar estrepitosamente— y se impuso por nueve puntos de diferencia en las urnas al candidato de la coalición de centroizquierda Alejandro Guillier. De hecho, Piñera logró 1,3 millones de votos nuevos respecto a la primera vuelta. Un porcentaje importante salió de la izquierda.

Piñera —el principal financiador de la campaña por el no en el referéndum que el dictador Augusto Pinochet celebró en 1988 para perpetuarse en el poder— ha tenido un discurso moderado e incluso ha aceptado indirectamente la polémica gratuidad de la educación universitaria que promovió la presidenta saliente, Michelle Bachelet. Ahora, dado que no tiene mayoría en el Parlamento, necesita acercarse a diputados progresistas moderados.

Con su mandato se cumplirán 16 años de alternancia entre él y la presidenta Bachelet. La Constitución diseñada por Pinochet impuso un solo mandato presidencial de cuatro años sin posibilidad de reelección, algo claramente insuficiente y que probablemente goce del suficiente consenso para una reforma.

En una época de política crispada en todo el mundo no es posible pasar por alto las exquisitas formas entre vencedores y vencidos. A los chilenos les costó mucho recuperar la democracia y demuestran que disfrutan con ella.

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