Por qué la OEA no puede tratar «denuncia» correísta

La denuncia presentada por Correa invoca el art. 20 de la Carta Democrática Interamericana (CDI). Nuestro argumento es que el Secretario recibió la carta prometiendo tramitarla, con una dosis de ingenuidad y cortesía, ante esto algunos aspectos jurídicos deben ser observados.

Es importante comprender que ninguna de las disposiciones de la Carta otorga facultad a la OEA para intervenir en asuntos internos de los 35 Estados miembros porque es fundamentalmente una organización de cooperación y diplomacia justamente entre gobiernos. El Articulo 1 de la Carta de la OEA consagra el principio de soberanía territorial y democrática estatuando que “Los Estados americanos consagran… robustecer su colaboración y defender su soberanía, integridad territorial y su independencia”. La OEA entonces no es una entidad juzgadora, pues eso iría contra su naturaleza misma como lo estipula la Carta: “Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de la no intervención;…” (2.b).

Por lo tanto, legalmente la organización NO da curso a denuncias particulares por más rey que fuera el denunciante, ya que la OEA es una organización interestatal y no una ONG, no es una organización de la sociedad civil sino una organización regional que nació del acuerdo de Estados. Por lo tanto la denuncia del ciudadano Vicente Correa no tiene ningún mérito político peor jurídico, ni en la forma ni en el fondo. Siendo la OEA una organización interestatal, se rige por el Derecho Internacional Público el cual norma las relaciones entre Estados y en el espíritu de su norma yace el respeto a sus gobiernos, instituciones, y a la soberanía e independencia de los países velando por el cumplimiento de acuerdos internacionales.

Tampoco la recepción del Secretario de la denuncia privada de Correa entraña merito legal alguno, porque según el art. 20 de la CDI, en caso de que se presenten alteraciones graves al orden constitucional en algún país, al Secretario únicamente se le permite presentar una “solicitud de convocatoria del Consejo permanente. Este Consejo, en caso de encontrar algún problema en el país denunciado, únicamente realiza gestiones diplomáticas. Si la diplomacia falla, el Consejo convoca de forma extraordinaria a la Asamblea General para que adopte otras iniciativas diplomáticas conforme a la Carta de la OEA a la Carta Democrática y al Derecho Internacional.

Estas son las razones medulares por las cuales la OEA “nada ha podido hacer contra Venezuela” donde se ha instalado un régimen despótico, se ha borrado por completo valores democráticos y el ejercicio de derechos fundamentales de las personas NO existe. Así mismo, absolutamente nada podrá hacer contra la chiquita democracia ecuatoriana. Pero veamos otros fundamentos “esenciales” que explican por qué Almagro no es competente para avocar conocimiento de la queja de Vicente.

Entre otras es imperativo comprender que la Secretaria General es un órgano de la OEA que tiene la obligación de cumplir las tareas que le “ordena” La Carta, la Asamblea General y los tratados interamericanos (art. 107). El Secretario Almagro, es responsable del cumplimiento de esas funciones, debiendo rendir cuentas ante la Asamblea General. Las únicas peticiones que debe atender el Secretario General son aquellas de los Estados miembros, y no de ciudadanos simples como Correa, pues ese no es su rol o función.

Existen mecanismos de intervención internacional pero para la solución de controversias vinculadas al no cumplimiento de “acuerdos entre estados”. Los particulares pueden acceder a mecanismos internacionales únicamente en casos especiales como violación de derechos humanos (DH) o crímenes internacionales, ante la CIDH de América o la CEDH de Europa por ejemplo, una vez hayan agotado todas las instancias de su país. En el segundo caso, Vicente puede denunciar ante el Tribunal Internacional Penal (TIP), con el riesgo que eso le conllevaría.

En consecuencia, entendemos que el Secretario ha recibido la denuncia pero no podrá hacer nada, sus declaraciones son más bien personales. Con esta acción ante la OEA, lo único que busca su autor es propaganda mediática como lo hemos mencionado en otras ocasiones, Vicente existe públicamente cuando cautiva la atención del público incluyendo desaprobaciones, hasta insultos le sirven. No es que Vicente ignore los procedimientos de la OEA y sus órganos, ha sido bien asesorado durante 10 años, parecería mas bien que pretende manipular la supuesta ignorancia de las masas, sorprendiendo al ingenuo Secretario con una denuncia que Vicente sabe no prosperará porque la OEA es un organismo de cooperación y diplomacia entre países del hemisferio, no un ente juzgador. Pero claro, el golpe mediático ya está dado.

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