Toachi Pilatón

En Antigua y Barbuda puede obtener nueva información, si pide asistencia penal internacional no solicitada hasta la fecha (o al menos no informada en la página electrónica de la Fiscalía, pese a que en esta puede encontrarse un espacio concretamente dedicado a sus actuaciones sobre este caso).

Odebrecht movía fondos para sobornos desde y hacia cuentas opacas en el exterior. La sociedad pantalla Klienfeld Services Ltd., por ejemplo, fue usada para pagar el “honorario por consultoría” al ya sentenciado Alecksey Mosquera, cuando era ministro de Electricidad en el régimen de Rafael Correa, en conexión con Toachi Pilatón. A esa misma Klienfeld, en 2012, se le quedaron congelados millonarios depósitos en el Antigua Overseas Bank, de Antigua y Barbuda. Y ahí mismo está el Meinl Bank Antigua, también usado para manejar fondos de Klienfeld.

Pese a que todo lo anterior es público, curiosa -o muy convenientemente- nadie en la Fiscalía se ha dignado pedir colaboración judicial a Antigua y Barbuda para rastrear si desde cuentas manejadas en los ya citados bancos se pagó otros sobornos a funcionarios ecuatorianos, ya por Toachi Pilatón, ya por cualquier otro chanchullo.

A propósito de Toachi Pilatón, hay otra cuestión, sumamente grave, que está pasando desapercibida: la insinuación hecha, en audiencia del 17 de enero pasado por el abogado del exministro Alecksey Mosquera, de que no fue su defendido, sino “el exfiscal general del Estado, Galo Chiriboga, cuando era ministro, [quien] pidió el financiamiento, y consta dentro de las actas…”, en referencia al financiamiento estatal de esa obra contratada con Odebrecht.

Que yo conozca, el exministro Chiriboga no ha protestado siquiera por semejante sugerencia, pero eso no deja de ser su particular problema. No obstante, lo que no es de interés particular sino público, es si la Fiscalía ha abierto investigación al respecto. De esto tampoco nada se sabe.

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