A propósito de “Propagandia”

“Hace aparecer a sus adversarios y detractores como la encarnación del mal, y erigirse él, por exclusión, como encarnación del bien. Sin embargo, y como muestra evidente de sus contradicciones, durante su mandato se pudo apreciar en su entorno a conspicuos representantes de la burguesía comercial y financiera, nuevos ricos surgidos especialmente de la actividad comercial. Evidenció sus contradicciones cuando luego de cuestionar los vínculos familiares y los nexos intrafamiliares, durante su gobierno hizo notoria la presencia de sus familiares más íntimos en funciones públicas. El líder populista, a través de la seducción del poder, puede aliarse con quien sea más conveniente, sin importar su filiación ideológica, sino su funcionalidad electoral.”

Este extracto de la tesis de grado del político ecuatoriano Andrés Páez y binomio del ex candidato presidencial Guillermo Lasso, podría entenderse como una descripción del caudillismo en que estuvo sumido el Ecuador durante los diez años de gobierno de Rafael Correa. Pero Páez ha tomado el bucaramato (1996-1997) como su caso de estudio de “El Discurso Populista”. Y si hay otra lectura inevitable en este, es que a diferencia del ex presidente Abdalá Bucaram cesado por el Congreso Nacional, el siguiente presidente populista que tuvo el Ecuador diez años después logró evitar un desenlace similar y sostenerse durante una década gracias a un premeditado control de todos los poderes y al estado de propaganda puesto en escena por los mismos publicistas responsables del triunfo electoral de Bucaram, que en su nueva oportunidad estuvieron predispuestos a no perder el poder tan fácilmente.

De esto y más trata Propagandia, la más reciente producción del cineasta ecuatoriano Carlos Andrés Vera, “Taromenane” (2007); “La Verdad sobre el caso del señor Valdemar” (2009), quien luego de superar un boicot comercial inicial, ha logrado presentar al público, en apenas una hora, cómo en el régimen de Rafael Correa se montó un andamiaje represivo y totalitario cuya finalidad máxima fue perpetuarse en el poder, y para lo cual recurrió a todas y cada una de las formas represivas y de abuso estatal, que al bordear una década se volvieron insuficientes para ocultar la decepción popular hacia la llamada Revolución Ciudadana.

Propagandia revive las silenciadas experiencias de periodistas, enjuiciados, perseguidos, atacados, espiados, censurados. De algunos que perdieron desde su medio de vida hasta su salud; de otro que perdió su vida. Pero la mayoría vive para contarla y con la frente en alto, mientras el mismo día en que se estrenó este docufilm, su acosador Rafael Correa rendía testimonio vía Skype ante la fiscalía por un crimen de lesa humanidad como es el secuestro en Colombia de su opositor político Fernando Balda.

Al final del día, muchos medios no sobrevivieron, muchos periodistas debieron dejar varios medios, el acoso gubernamental correísta a la prensa será para siempre una de las marcas más profundas en cuanto a violaciones a los derechos humanos en el Ecuador.

Algunos encontraron en la red la única vía para sobrevivir, como es el caso de La República Ec. Creada por Carlos Jijón luego de sentirse presionado para abandonar Teleamazonas, por el temor de ser víctimas de la ira de Correa hacia el director del noticiero, este sitio de noticias y opinión se apresta a cumplir siete años y, como todo medio independiente que surgiera, llegó a experimentar un boicot comercial por temores de las empresas anunciantes a sufrir represalias o perder la gracia del poderoso presidente. Aún así, fue en La República Ec que el prestigioso periodista Jorge Ortiz encontró pantalla para seguir conduciendo sus magistrales entrevistas. Nuevas voces pudimos publicar columnas de opinión temiendo las consecuencias para su director, por fuera de los ciberataques de rutina y las consabidas réplicas. Pero como vislumbrara Jijón, al final del día, Rafael Correa dejó de ser presidente y nosotros seguimos siendo periodistas.

Al tenor de la represión necesaria para consolidar una ambiciosa cleptocracia, el correísmo parió la peor Ley de Comunicación de la región. Para entonces ya había nacido también Fundamedios, ong que venía realizando un recuento de los rabiosos ataques del ex presidente Correa contra periodistas y medios de comunicación. El balance de la década correísta da cuenta de alrededor de 2.300 ataques a la libertad de expresión en el Ecuador. Hoy, Correa funge de entrevistador en la cadena Rusia Today, al tiempo que Fundamedios cumple 10 años en los que defendió a nivel local e internacional ese mismo derecho fundamental del que Correa hoy disfruta.

Propagandia plasma con puntualidad la oscuridad del gobierno más corrupto de la historia del Ecuador. Mueve hacia el examen de conciencia de una sociedad que en la resaca del correísmo pueda verse en esos diez años surreealistas, en pantalla grande, y tratar de comprender en qué preciso momento nos robaron la patria.

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