Eduardo Carmigniani
Guayaquil, Ecuador
Se propasó Aquiles Rigail con sus cartitas instruyendo cómo proceder en causas en trámite. Debe rectificar. En sociedades que quieren ser democráticas, las autoridades están sometidas a la ley. Que antes se haya pisoteado esa regla básica no justifica llevar el péndulo al otro extremo. La refundación de un Estado democrático requiere el coraje de actuar (solo) con la ley en la mano.
La Constitución (art. 168, 1º) dice que los jueces gozan “de independencia interna y externa” y que “Toda violación a este principio conllevará responsabilidad administrativa, civil y penal de acuerdo con la ley”. El Código de la Función Judicial (art. 123) agrega que “Ninguna autoridad pública, incluidos las funcionarias y los funcionarios del Consejo de la Judicatura, podrá interferir en las funciones jurisdiccionales, mucho menos en la toma de sus decisiones y en la elaboración de sus providencias”.
Rigail se excedió. Que ahora diga que no dio instrucciones sino que solo “pidió informes” lo desmienten sus propios textos. Veamos:
Carta a un juez: “sin constar en la sentencia… …el pago de intereses… …un informe pericial desprovisto de todo valor legal pretende que estos se determinen. Esto es improcedente… …por lo cual… …aperciba usted al perito de lo que no está encuadrado en el fallo, cual es el cálculo de intereses”. ¿Mera pregunta o instrucción?
Carta a un fiscal: expresa “preocupación” porque de 36 informes de Contraloría que “establecían responsabilidad penal sobre la Prefectura de esta Provincia” se archivaron 21. Y agrega: “…yo sí conceptúo, así como la Abogada Zobeida Aragundi que es extremadamente urgente que dé trámite a la petición del Ab. Álvaro Luque Benítez… …a objeto de que dé inicio a cuanto sea de su pertinencia y competencia… Ruégole responderme con la celeridad que se amerita…”. Nuevamente, ¿mera pregunta o instrucción?
Para usar palabras que Marguerite Yourcenar puso en boca del emperador Adriano, que “la honestidad política no gane la partida con la ayuda de estratagemas asaz turbias”. Eso es todo.