Prioridades

Raúl Andrade Gándara
Rochester, Estados Unidos

Rápidos y diligentes, los peones del correato quieren enjuiciar al lcdo, bajo la vana esperanza que así se olviden todos los abusos y malversaciones de su líder, acorralado por las denuncias diarias que sus antiguos acólitos sacan a relucir para escurrir el bulto y aliviar sus conciencias.

Y tienen razón en exigir respuestas del actual mandatario, pues los lazos familiares y de amistad no cuadran con la probidad e independencia con la que se tienen que manejar los negocios del estado. Al fin y al cabo, es el dinero de todos que se diluye en manos de unos pocos elegidos. Ellos lo saben bien.

Sin embargo, hay prioridades. Aún no se ha escarbado ni la periferia de la desaforada danza de los millones atribuibles a los testaferros correístas, no se ha recuperado sino una ínfima parte de lo denunciado, ni se ha logrado que el largo brazo de la ley llegue al ático en que se oculta el hoy prófugo ex- presidente.

De igual manera, aún no se logra leer de corrido la famosa lista de Odebrecht, que aparentemente tiene muchas sorpresas y por eso se conserva bajo siete llaves.

Y claro, como en toda novela insoluta, se tejen hipótesis y se manejan suspicacias.

La alianza apenas oculta entre el gobierno y la bancada nebotsista, secreto a voces develado este día, es en apariencia el bote salvavidas que impide al ala correísta seguir con el chantaje que inicialmente impusieron al recién posesionado presidente, forzándolo a seguir con la política de encubrimiento y mentiras que dejó como herencia el descastado que todos conocemos.

¿Pero es acaso esa alianza pura y transparente, o existen motivos ocultos para este súbito arranque de patriotismo?

Los mal pensados tejen algunas versiones. Algunos creen que siendo Nebot un claro aspirante a la presidencia, requiere sostener el actual estado de cosas para mantener intactas sus aspiraciones. Otros, aún más suspicaces, cavilan sobre mutuos intereses escondidos en la fantasmal lista de Odebrecht, que atrapó a algunos testaferros pero aún no revela a los autores intelectuales y beneficiarios de un atraco que se prolongó durante varios años.

– Si me denuncias te denuncio – es la frase que recorre los pasillos subterráneos donde se encuentran los adversarios durante el día y y grandes cómplices cuando cae la noche.

Así que tengamos paciencia señores correístas.

Guarden sus pruebas incriminando al Lcdo. hasta que su líder haya sido debidamente investigado.

Detengan sus apasionadas filípicas y fantásticos argumentos con las que hoy quieren la cabeza del Lcdo.

Pero sobretodo no olviden que argumentos muy similares les parecieron deleznables y absurdos cuando el Ing. Glas fue el encausado.

Que allí los lazos familiares entre tío y sobrino no significaban nada, que las off-shores eran legítimas y los lobbistas tenían acceso directo a los contratos.

E inclusive hasta hoy, que el testaferro descubre que unos millones le sobran en la cuenta y decide devolverlos, en cómodas cuotas por supuesto, no atinan a reconocer públicamente la magnitud del atraco que ejecutaron sus amados líderes.

Así que les reitero: manténganse expectantes. Ya les tocará el turno de probar sus asertos, de convencer una vez más al país que sus máximas autoridades no son dignas de la confianza que en ellos se depositó. Que la Alianza de Pillos resultó ser simplemente un antifaz para la codicia y el abuso de poder en estos largos años, y que si tuvieran un poco de de sangre en la cara deberían presentar públicas disculpas al país y callar para siempre en vez de inundarnos con insultos, canalladas y documentos en el vano afán de convencernos que el uno es más pillo que el otro.

Bien sabemos la respuesta…

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