La trampa

Raúl Andrade Gándara
Rochester, Estados Unidos

Una cifra descomunal de candidatos: ¡ochenta mil! Un solo financista: El estado. Un Concejo Electoral errático y una información tardía y dudosa. Una votación mayoritaria para nulos y blancos. Una explicación sobre los candidatos insuficiente y manipulable.

Estas son las principales enseñanzas del último proceso. Pero lo importante es preguntarnos por qué estamos así. ¿Quién impuso esta tramoya que, bajo el argumento de otorgar igualdad a todas las candidaturas, las encerró en la misma jaula?

Y la respuesta es por supuesto Correa y su partido. Su afán de regularlo todo para controlarlo en su beneficio tiene aquí su más clara explicación.

Para, supuestamente, evitar la injusta diferencia entre las candidaturas con amplio poder económico y las otras, logró que los aportes privados se vuelvan mínimos y el total de propaganda irrisorio, limitando así a todos menos a sí mismo. El gobierno se convirtió en el gran candidato, pues su cobertura de información y obras no tenía parangón con ninguno de los candidatos de oposición. Para asegurarse más eficazmente el control de la información, se apoderó de muchos medios y amordazó a otros, repartiendo además frecuencias a su omnipotente voluntad.

¿Recuerdan sus permanentes violaciones a la ley de elecciones, su impúdica promoción de los candidatos del gobierno en espacios y horarios destinados a otros fines? Y así se volvió juez y parte, consciente del poder que otorga la alianza entre una chequera amplísima y una prensa oficial y genuinamente corrupta, logró imponer sus ideas a un país desorientado y crédulo acostumbrado a recibir la información en su casa a través de una pantalla.

Copó todos los espacios, obligando a los medios a minimizar sus espacios de opinión por temor a represalias desproporcionadas. No tuvo empacho en mentir, ocultar información, crear mitos sobre él, sus ejecutorias y sus motivos. Obligó a jueces de pacotilla a otorgarle indemnizaciones y razón en sentencias altamente discutibles desde una óptica lógica y jurídica.

Todo lo expuesto nos ha llevado a la dispersión de votos y candidatos que hoy observamos. Tener un movimiento y recibir dinero del estado para auto promoción se convirtió en una oportunidad dorada para pequeños políticos de trastienda, y también logró que las minorías más fuertes se hagan de representaciones que en otras circunstancias no se habrían logrado.

En resumen, para evitar una injusticia teórica en los aportes a las candidaturas, consagró otra al permitir que los gobiernos, tanto centrales como seccionales, sean los que manipulen con clientelismo, obras e influencias al electorado, sin permitir que sus errores y abusos sean evaluados por la opinión pública.

Es por eso que las redes sociales se han convertido en una herramienta para informar, evaluar y recordar los abusos del poder, más allá de sus errores, sus excesos y sus fallas.

Es por tanto saludable y necesario recoger las propuestas del vocal Luis Verdesoto, quien luego de transitar por el organismo electoral, ha propuesto importantes reformas al mismo para volver a inaugurar una democracia herida por las veleidades de un autoritario y la inoperancia de su sucesor.

Hay mucho que hacer para recuperar la libertad que nos fue arrebatada por este lunático.

No sigamos postergando necesidades prioritarias y empecemos a enfrentarlas a través de la presencia y los votos a quienes las propongan .

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