«Lo logramos…»

Hernán Pérez Loose
Guayaquil, Ecuador

Eso es lo que probablemente estén exclamando los miembros de la mafia correísta luego de la última decisión judicial de mayoría dando un trato diferencial y preferente a uno de los implicados en la investigación del llamado caso Arroz Verde. “Lo logramos… lo logramos, Gustavo”; “lo logramos, Rafael…, logramos crear un sistema judicial penal que siga a nuestro servicio”. Ahora el beneficiado de esta decisión podrá seguir desde su casa presionando y acosando directa o indirectamente a los demás testigos, ahora podrá amenazarlos como ya fue denunciado por uno de ellos, ahora podrá manejar las teclas del poder que aún mantiene con mayor facilidad para obstaculizar la integridad de la investigación de la Fiscalía; y ahora, obviamente, podrá tirar al tacho de basura el grillete, dejar una atenta nota e irse del país cuando le venga en gana, como lo han hecho otros miembros del correato.

“Lo logramos…, hicimos un buen trabajo, después de todo”. Lograron no solo crear un sistema judicial penal que durante más de una década estuvo a su servicio para perseguir a los periodistas, para allanar sus domicilios, para que firmen las sentencias que ellos preparaban, para montar la farsa del 30-S y aterrorizar a miles de ciudadanos, para condenar a un columnista y a los directores de un diario a 3 años de prisión por una opinión, para solapar el asesinato del general Gabela, para que dicten orden de prisión a un diputado sin que se le haya despojado de su inmunidad o para que la Corte Constitucional se haga de la vista gorda frente a todos sus atropellos, para que niegue prácticamente todas las acciones en su contra, y si de paso se llevaban un billete por los favores que hacían a terceros, pues, “en buena hora”.

Pero no solo eso. La mafia correísta también logró que ese sistema judicial que tanto le sirvió cuando era gobierno, ahora le sirva para protegerle sus espaldas, para garantizarle impunidad, para facilitarle lavar lo ganado en paz, para permitirles a sus miembros fugarse, si así lo deciden, y para volver a la política con todo el dinero que tienen. En realidad que hicieron un buen trabajo. Para qué negarlo. Salta a la vista. Los dos jueces de marras simplemente ignoraron la facilidad con la que esta gente se fuga del país, el hecho de que estos personajes siguen manejando a decenas de funcionarios que dejaron incrustados en los pasillos del poder, dichos jueces no saben que esta gente se le robó al país cerca de 70.000 millones de dólares, nada de eso les pareció relevante. Pero por encima de todo, no les importó que quien solicitó la medida cautelar de la detención provisional era nada menos que la representante de la vindicta pública, a quien llegaron inclusive a faltar el respeto.

“Lo logramos… Mil felicitaciones al ex Consejo de la Judicatura, un buen trabajo…. Valió la pena gastar tanto dinero en construir bonitos edificios para los juzgados… siempre y cuando a los jueces no se les ocurra hacer justicia”.

(O)

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