Humo por bonos

Eduardo Carmigniani
Guayaquil, Ecuador

Tengo a mano la demanda con que Seguros Sucre pide que la casa de valores Valpacífico la indemnice con más de 7 millones de dólares por haberla inducido a canjear, en noviembre de 2015, bonos del Estado que vencían a fines de ese año por otros con plazo hasta 2024, que se hicieron -o siempre fueron- humo, pues quien se los estaba vendiendo a Valpacífico, la casa de valores panameña Westwood Capital Markets, no podía disponer de esos bonos 2024 por estar, los derechos sobre estos, cedidos (según afirma Sucre).

Más allá de la insólita disputa entre hermanas públicas (Sucre y Valpacífico son hijas de la CFN), y que las casas de valores responden “de la existencia e integridad de los valores que negocien” (Ley de Mercado de Valores, art. 57), aquí pudiera haber, además de la estafa del vendedor otro delito, de defraudación, tipificado en el art. 313, 6º, del COIP, por usar “…indebidamente dineros, acciones o títulos que los representen entregados por terceros para ser negociados o invertidos en el mercado de valores”. Canjear bonos reales (los 2015) por bonos fantasma (los 2024), implica uso indebido de los primeros y más aún si Valpacífico permitió, sin la más elemental revisión, que la “custodia” la encargue el mismo vendedor a una desconocida pirata de una isla del caribe (llamada Madison).

El colmo sería que el atraco quede parapetado solo como asunto civil indemnizatorio, y peor si, asuma quien asuma la pérdida, siendo Sucre y Valpacífico de propiedad pública cualquier resultado afectará a la ciudadanía toda. Hay que ir a la investigación penal, que debiera empezar por indagar al exgerente de Valpacífico, Enrique Ramos, para que explique al menos si fue engañado por la tal Westwood. Pero no solo eso. A los señores de Westwood habrá que preguntarles cómo así dijeron “vender” los tales bonos cuando los derechos respectivos habían sido cedidos a la abogada panameña Elena Romero Alfaro y luego a Ocean View Realty. Y que expliquen también qué otras relaciones de negocios tienen con la abogada Romero Alfaro, inclusive en Ecuador.

Eso, por ahora.

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