Volver a suicidarnos

Hernán Pérez Loose

Guayaquil, Ecuador

No hay ni una palabra, ni siquiera una alusión y menos una condena al capo de la mafia correísta por el descalabro fiscal que intencionalmente provocó para dejar al Estado en quiebra. Nada se dice del saqueo de las arcas fiscales y del despilfarro más vergonzoso de los más de 200 000 millones de dólares que ingresaron al tesoro nacional. Es como si los males de nuestro país hubieran comenzado hace dos años.

Si alguien tenía aún dudas de la alianza, o si se quiere, de la exquisita coincidencia de intereses que se ha forjado entre el capo de la mafia correísta instalado en Caracas –que ya nos advirtió que lo peor está por venir– y los actuales dirigentes indígenas liderados por el Sr. Vargas, bastaría que lean su propuesta para convencerse. Ambos, Correa y Vargas, intentaron un golpe de Estado, ambos lo volverán a intentar.

A pesar de que la Constitución expresamente establece (artículo 66, numeral 23) que “no se podrá dirigir peticiones a nombre del pueblo”, la propuesta es presentada precisamente a nombre del pueblo ecuatoriano y sin haber ganado una elección. En el documento, además, se le advierte al Poder Judicial de abstenerse de procesar a los responsables de la violencia ocurrida en la última movilización. En otras palabras, se aboga por la impunidad de los responsables de los actos de terrorismo, insurrección, secuestro, expresiones de odio, cierre de vías públicas, paralización de servicios públicos, cortes de agua, daños a pozos petroleros, incendios, etcétera. Y de paso hacen una velada amenaza de las “graves consecuencias” que podrían ocurrir si el Gobierno no les hace caso. El chantaje al puro estilo fascista. La paz no se construye sobre el chantaje ni la impunidad.

Luego dicen que el acuerdo con el Fondo Monetario está sujeto al control de la Corte Constitucional y que por el hecho de haber presentado una demanda contra dicho acuerdo él estaría suspendido. ¡Por favor! Ignoran que el Ecuador es uno de los 29 países que fundaron el Fondo Monetario Internacional, durante la conferencia de Bretton Woods, y cuyo estatuto entró en vigor en diciembre de 1945. Las cartas de intención y los acuerdos con esa institución para acceder a créditos –a los que el Ecuador tiene derecho– no son tratados o instrumentos internacionales, sino simples procedimientos realizados bajo ese marco institucional del que el Ecuador es parte desde hace décadas. Mañana también podrían demandar “la inconstitucionalidad” de las solicitudes de préstamos al Banco Mundial con el argumento de que son tratados internacionales.

Pero lo más increíble de todo es que el modelo económico que se propone “a nombre del pueblo” es prácticamente el mismo que impuso el correísmo por una década. (No en balde el viceministro del anterior Gobierno es ahora asesor del Sr. Vargas…). Es como que si a una persona que sufre de cáncer al pulmón por haber fumado venga un médico y le recete que fume más cigarrillos. La propuesta de los dirigentes del movimiento indígena los hunde más en su solipsismo. (O)

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