Knives Out y Star Wars: The Rise of Skywalker

Carlos Jijón Jurado

Guayaquil, Ecuador

He escuchado a algunas personas decir que mis críticas de cine son demasiado negativas y debo admitir que probablemente tienen razón. Es cierto que veo el señalar cosas problemáticas en la cultura popular como un ejercicio no solo válido sino crucial para desarrollar un pensamiento crítico y una mayor apreciación hacia el arte, pero también reconozco que puede ser un poco deprimente.

Así que, con espíritu navideño, he decidido ser 100 % positivo esta vez.

Las dos películas que más me llamaron la atención en diciembre fueron Knives Out y Star Wars: The Rise of Skywalker. Y podrás pensar que estas dos películas son muy diferentes, pero estarías equivocado, hipotético lector. Las dos tienen un vínculo innegable. Knives Out fue dirigida por el cineasta Rian JohnsonSkywalker es la continuación directa de Star Wars: The Last Jedi, que Johnson también dirigió. Por tanto, me parece perfectamente apropiado comparar ambas películas en una crítica (de una forma positiva, por supuesto).

Knives Out es una película de misterio sobre la repentina muerte de un novelista tras una fiesta con sus familiares. La policía sospecha que fue un suicidio, pero el detective privado Benoit Blanc (Daniel Craig) no descarta la posibilidad de un asesinato.

The Rise of Skywalker es la novena película en la serie de Star Wars y sigue al ejército de la Resistencia en su lucha contra el fascista Primer Orden. La cinta empieza con el repentino regreso del Emperador Palpatine, villano de la trilogía original que creíamos muerto.

¡Ajá! Ahí tenemos la primera similitud entre ambas películas. Las dos empiezan con un misterio. Knives Out te cuenta que alguien murió de forma extraña y Star Wars te dice que alguien regresó de la muerte de forma extraña.

La diferencia está en que Knives Out pone un notable esfuerzo en hacer que su misterio sea interesante y tenga sentido. El primer acto del filme se dedica a explicarnos extensivamente acerca del difunto y lo que hacía antes de morir. Cada detalle de la trama está cuidadosamente establecido para que la audiencia sepa qué está pasando y pueda adentrarse más en la historia.

Skywalker, por su lado, es mucho más eficiente y no se toma nada de tiempo respondiendo preguntas insignificantes como “¿cómo es que una persona que vimos morir está viva?” Nos toma unos sesenta segundos establecer que el Emperador está de vuelta y pronto volvemos a una secuencia casi ininterrumpida de escenas de acción.

Otro elemento en común es que ambas presumen de elencos extensos repletos de estrellas, algo que es muy bueno para promocionar la cinta si no necesariamente beneficioso para la historia. Lidiar con muchos personajes a la vez es bastante complicado tomando en cuenta el tiempo limitado de un largometraje.

Las dos películas toman rumbos muy diferentes para resolver este problema. Knives Out se asegura de darle a cada personaje un rol significativo en la historia, dotándolos de profundidad y propósito. Esto nos deja con un grupo de personas fascinante. Tenemos a nuestro héroe, el detective, pero también a aquellos cercanos al difunto, un grupo que incluye a sus hijos, nietos y empleados. Aprecio bastante que incluso el personaje más pequeño tiene su momento de brillar, algo que estoy seguro no fue fácil de lograr.

Star Wars resuelve este problema con un método mucho más novedoso. Aunque el poster te sugiere que unas mil personas saldrán en la película, la mayoría de ellas no tiene ningún papel importante. La heroína, Rey, está acompañada de sus amigos Finn y Poe, pero estos no parecen tener objetivos personales y su rol en la historia, que en películas anteriores era profundo y relevante, ahora parece haberse desvanecido. También tenemos la introducción de varios personajes nuevos, que tienen papeles tan insignificantes en la historia que podrían ser removidos de ella sin afectarla en lo absoluto.

Lo que más admiro de Knives Out es cómo está perfectamente ensamblada. La música, la cinematografía, el vestuario y los demás elementos de la cinta trabajan en conjunto para crear un estilo único. Incluso cuando nos ambientamos en el presente, la estética es inconfundible pues nos ambientamos en una mansión antigua y la mayoría de los personajes usa suéteres por alguna razón.

En Star Wars me cuesta un poco definir qué estaba tratando de lograr el director, pero eso seguramente es mi culpa.  Después de todo, la película tiene un presupuesto gigantesco y fue producida por una de las compañías más grandes del mundo. No es posible que con tantos recursos, tiempo y talento hagan algo mediocre. Aunque tratan de acoplar los temas visuales clásicos de Guerra de las galaxias (los héroes tiene equipamiento viejo y sucio mientras que los villanos están en impolutos y modernos cuartos blancos), la mayoría de los sets son aburridos y mal iluminados. Los pocos escenarios memorables que tenemos son difíciles de apreciar considerando que apenas pasamos minutos en cada uno antes de pasar al siguiente.

Lo que me lleva al ritmo. Knives Out tiene un ritmo perfectamente calculado. El primer acto es lento y contemplativo, que ayuda a que nos acostumbremos a la historia, el tono y los personajes. Eso hasta el segundo acto, en el que una revelación inesperada nos lleva a una narrativa mucho más tensa y rápida. El suspenso solo aumenta hasta el final, donde experimentamos una de las conclusiones más memorables y satisfactorias que he visto en el cine en mucho tiempo.

Star Wars no pierde tiempo. La película lleva un ritmo increíblemente acelerado en todo momento. Nos toma menos de veinte minutos establecer en dónde están todos los personajes, qué tienen que hacer y una vez que empieza la aventura saltamos de un lado a otro sin descanso alguno. Es bastante… ¿interesante?

Las críticas de cine pueden llegar a ser injustas a decir verdad. Solo porque dos películas toman caminos distintos para llegar a sus objetivos no significa que una tenga más valor que la otra. Es verdad que Knives Out es una cinta original, repleta de ideas inteligentes ejecutadas a la perfección por un grupo de personas claramente apasionadas con el proyecto y The Rise of Skywalker parece haber sido armada a último momento por personas que deseaban estar en otro lugar, pero eso no significa que una sea mejor que la otra.

¡Feliz navidad!

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