Berlín y Washington

Juan José Pons

Guayaquil, Ecuador

Estas dos capitales del mundo Occidental -y de los más importantes socios comerciales de Ecuador- han vivido durante las últimas dos semanas una ofensiva comercial público-privada por parte de Ecuador. Se han promovido las exportaciones de nuestros productos  agrícolas en Berlín , PREMIUM AND SUSTAINABLE, así como también, en Washington las inversiones -que tanto se necesitan- y consolidando las buenas relaciones políticas con nuestro aliado más importante en el continente americano.

Estas iniciativas demandan un trabajo de seguimiento y continuidad que superen las buenas intenciones y entusiasmos del momento; acciones como la ejecución de políticas publicas con reformas estructurales en  el país que conviertan ese entusiasmo en confianza real para invertir y generar empleo.

Toda campaña promocional se enfrenta a la realidad de una ejecución de un plan estratégico para materializar las ofertas y promesas. Es fundamental que la ejecución de la estrategia comercial mencionada anteriormente sea implementada para que funcione a largo plazo.

Las cifras macroeconómicas, el índice de riesgo país, la creciente inestabilidad social que genera inseguridad ciudadana, las deficiencias de los servicios de salud pública, los hechos constantes de corrupción y su impunidad, el tenebroso desempleo en aumento,  etc.  son indicadores crueles que reflejan un divorcio entre la realidad del país y la necesaria promoción.

Todo esto se vuelve mas crítico cuando estas iniciativas promocionales se llevan a cabo durante el ultimo año de gobierno con una campaña electoral  ya en marcha en la que, por lo que se ve por ahora, prevalece un discurso populista, demagógico y obsoleto que contradice todo lo que se promueve y que por lo que se conoce de encuestas motiva el favoritismo electoral a quienes defienden ese discurso con un nivel de irresponsabilidad pública impresionante, justamente porque saben que sus propuestas NO tienen el sustento económico necesario y lo que promueven es distribuir pobreza y no generar riqueza.  Lo más grave es que estos dislates provienen de izquierda y derecha en el desesperado afán de ganar adeptos y llegar a un gobierno que NO podrán gobernar por su situación de insolvencia.

Urge un llamado a la responsabilidad ciudadana para exigir propuestas concretas con planes estratégicos con cifras reales de cómo van  a cumplir esas propuestas y con quien las van ejecutar.

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