Joker y sus múltiples risas

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

A pesar de que Parásito del director surcoreano Bong Joon-ho fue la gran triunfadora de la gala de los Oscar celebrada el pasado 9 de febrero, de todas las películas estrenadas en 2019 considero que Joker fue la mejor de todas. No solo destaco esta película por la fantástica actuación de Joaquin Phoenix como el Guasón (que obtuvo su bien merecida estatuilla como Mejor Actor), sino por la cantidad de formas en las que este film puede ser analizado.

Sería imposible hablar de Guasón sin entender el concepto de la película perteneciente al expresionismo alemán titulada The Man Who Laughs [El hombre que ríe]. Esta pieza visual fue grabada en blanco y negro y estrenada en 1928 en Dinamarca (su guion fue basado en la novela de terror del mismo nombre publicada en 1869 por el francés Víctor Hugo, con un estilo muy tenebroso que exploró con el monstruoso campanero Quasimodo en Nuestra Señora de París), así éste sería el primer guasón del cine. Bill Finger y Bob Kane, creadores del Payaso del Crimen, introdujeron a este personaje en Batman #1 en 1940. ¿Pero de dónde nace su inspiración? 

Gwynplaine es el hijo de un noble inglés que tras ofender al rey James II es condenado a muerte. El monarca ordena que Gwynplaine sea desfigurado por cirujanos y siempre sonría tras la muerte de su padre. Después de este suceso pierde su cordura y busca tener un empleo como payaso para “hacer sonreír a la gente”. Tal fue el impacto de El hombre que ríe que este personaje no solo fue inspiración para El Guasón sino para otro payaso del terror muy conocido llamado Pennywise (It). 

La DC cómics puede jactarse de tener personajes asombrosos. Batman, por su parte, es la reencarnación de Hércules Poirot y Sherlock Holmes. El Guasón —desde Jack Nicholson a Joaquin Phoenix—, ha sido interpretado en una película ganadora del Óscar ya sea en categorías como Mejor actor (Joker), Mejor actor de reparto (Batman: el caballero de la noche), Mejor maquillaje y peinado (El escuadrón suicida) y Mejor dirección artística (Batman, 1989).   

Joker tiene otra risa, más macabra aún, luego de haber sido ampliamente criticada por grupos de izquierda. Esto radica, principalmente, que en actualmente vivimos en una “era de guasones” donde este sector se mira a través de un demencial, pero real espejo.

No sería difícil imaginarse tras el maquillaje de un siniestro payaso a Rafael Correa, Jaime Vargas, Gustavo Petro, Andrés Manuel López Obrador, Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega o Pedro Sánchez, así como a cada miembro de la ELN y las FARC, a estudiantes e indígenas. La quema del metro en Santiago de Chile (los protestantes usaban máscaras de payaso), la destrucción del patrimonio quiteño (mientras su alcalde muy al estilo del Pingüino se escondía bajo las cloacas para hallar refugio), el apaleo a las estaciones de buses en Bogotá y el vandalismo al Ángel de la Independencia en Ciudad de México por grupos feministas radicales más parecidos a la enloquecida Harley Queen. Estos personajes demuestran que Arthur Fleck es un concepto que va más allá de la ficción. El Guasón dejó de ser un símbolo anarquista para ser uno populista.   

El ataque que sufrió el periodista Freddy Paredes es muy comparable cuando el Joker en la película Batman: El regreso del Caballero Oscuro mata al presentador de un programa de comedia asfixiándolo con un gas tóxico. Así mismo Arthur Fleck dispara a la frente Murray Franklin en medio de su programa en el Joker de Todd Phillips. La similitud es simple: el Guasón odia los medios porque le resultan incómodos. Muy similar a la realidad donde se buscó quemar un medio televisivo en octubre del 2019 y durante la “Década Ganada” se rompían diarios a la mitad.

“El Payaso del Crimen” o “El hombre que ríe”, es decir el Joker, puede resultar ser más real de lo que parece. Este personaje recrea lo peor del hombre y puede salir cuando menos se lo espere. ¿Cuál será nuestra próxima risa y contra quién la dirigiremos?         

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