Guayaquil, Ecuador
Las situación economica del pais, antes del coronavirus, ya era un desastre. La salud, no solo carente recursos, un caos, sin previsión, pasto de atracadores, adquisiciones con sobreprecios de medicinas e insumos, gran corrupción, sin que las autoridades pongan coto, esto era secreto a voces.
El servicio de salud del pais, igual un caos. Tenemos hospitales del Estado en todo el país, desde grandes hospitales hasta dispensarios en pequeñas poblaciones; igual, el sistema de salud del IESS, de las Fuerzas Armadas, de la Cruz Roja, los hospitales de SOLCA, clínicas móviles de los municipios, ambulancias de los bomberos, centros de atención médica de Fundaciones, de los Clubes de Leones, Rotarios y hospitales, clínicas y centros médicos privados.
Todo esto constituye un gran universo que, con el decreto de Estado de Excepción, debió ponerse en manos del Estado para optimizar su uso. A más del desborde de la pandemia, en una sociedad, cotidianamente hay enfermos que deben tratarse, operaciones que deben hacerse, accidentados que deben ser atendidos, emergencias, enfermos que se tratan de enfermedades catastróficas, parturientas, chequeos médicos programados, analisis de laboratorios, muertos que les deben hacerse la autopsia y un largo etcétera.
Desgraciadamente no se ha hecho respetar las disposiciones que dictan las autoridades de acuerdo al Estado de Excepción y más aún a la declaración de Zona Especial de Emergencia (ZEE) a la provincia del Guayas y Guayaquil, por ser la ciudad y la provincia que más sufren los embates de esta terrible tragedia.
No se ha visto una cabeza, un solo mando con liderazgo y firmeza, el respeto a la cadena de mando; el Ministro de Defensa recomendó esa situación, desgraciadamente no se ha hecho cumplir. Cada autoridad hace sus actividades a su arbitrio. En una situación gravísima como la que estamos viviendo, las autoridades deben funcionar como un «estado mayor», en donde cada miembro cumple una misión de acuerdo a sus capacidades y responsabilidades, sin protagonismos, ni estridencias.Urgente, todavía estamos a tiempo, requerimos unidad de esfuerzos, optimizar los recursos, arriar las banderas políticas y trabajar en función de país, eso es hacer Patria.