A los héroes no debemos olvidarlos

Alberto Molina

Alberto Molina Flores

Guayaquil, Ecuador

En el diario El Comercio se publicó una crónica con el título “Los patriotas
yacen olvidados en El Tejar”, que reseña lo siguiente: “Fueron militares, héroes a quienes el actual Ecuador les debe parte de la Independencia. Los restos de los combatientes de la Batalla de Pichincha reposan en El Tejar, el cementerio público más antiguo de Quito, (…). Algunas personas limpian las lápidas, otras colocan flores o, simplemente, rezan en voz baja. Pero las tumbas de no menos de 300 soldados, entre próceres y españoles que murieron el 24 de Mayo de 1822, permanecen olvidadas. No hay flores ni banderas dibujadas sobre las lápidas”.

Es un deber moral y cívico rememorar los acontecimientos históricos como la Batalla de Pichincha y honrar la memoria de todos quienes murieron en el campo de batalla, luchando por la noble causa de la libertad.

Los enfrentamientos con el Perú ocurrieron antes y durante nuestra vida republicana; a inicios del siglo XX, el 23 de junio de 1903, en Angoteros, a orillas del río Napo, cayeron en defensa de nuestro territorio el comandante y varios miembros de nuestro destacamento. La superioridad de las tropas peruanas era abrumadora, se desplazaban fácilmente desde Iquitos. Otro enfrentamiento se dio el 28 de julio de 1904, en Torres Causana, en el río Napo. Ahí cayeron, heroicamente, el comandante del destacamento, Tcrnl. Lauro Guerrero y sus soldados.

Estos enfrentamientos y los nombres de los caídos en combate, son poco conocidos, la bruma de la historia los tiene en el olvido.

El Ecuador se enfrentó al poderoso ejército peruano en 1941; a este acontecimiento histórico se lo conoce como la “Guerra del 41”. La derrota y la imposición forzada que se le hizo a nuestra patria, quedó como un trauma a los ecuatorianos. En los combates de esta guerra, se inmortalizaron el Mayor Galo Molina Gándara, el Capitán Edmundo Chiriboga, el Teniente Hugo Ortiz, el Capitán Carlos A. Díaz, el Teniente Gustavo Ledesma, el Cabo Luis Minacho, entre otros. Todos ellos derramaron su sangre defendiendo heroicamente sus puestos de combate en Quebrada Seca, Rancho Chico, Las Palmas, Chacras, Bejucal, Yaupi, etc. El recuerdo de esta guerra y la de los héroes que murieron en defensa de la heredad nacional, cada vez se hace borroso. El 25 de julio de 1941, el Comandante Rafael Morán Valverde y sus hombres se cubrieron de gloria en el Combate Naval de Jambelí, al mando del cañonero Calderón que derrotó y obligó a huir a la poderosa escuadra naval peruana.

En enero de 1981, el Ecuador se enfrentó nuevamente al Perú; nuestras tropas defendían los destacamentos de Paquisha, Mayaicu y Machinaza, ubicados en la cordillera del Cóndor; cayeron combatiendo, los soldados ecuatorianos Nicanor Quiroz y Manuel Martínez.

Los héroes de la gloriosa Gesta del Cenepa de 1995, fueron reconocidos por el pueblo ecuatoriano, a través de la Ley de Reconocimiento a los Héroes y
Heroínas Nacionales y se los recuerda con gratitud en ceremonias colmadas de civismo y orgullo.

Hay que mantener la llama del civismo en cada uno de los ecuatorianos
recordando las gestas heroicas y manteniendo viva la memoria de quienes
ofrendaron sus vidas en defensa de la patria.

Más relacionadas