Camino a las urnas

Maríasol Pons

Guayaquil, Ecuador

El país camina a la elección de nuevos representantes y gestores del poder del Estado. La institución a cargo tiene una grave crisis de credibilidad.

Hay una serie de incógnitas que se irán despejando hasta la inscripción de candidaturas, entre otros importantes detalles. Sobre esto, la misión de la OEA ha hecho público su informe final a las elecciones seccionales y de los miembros del CPCCS. Si bien el informe fue aprobado hace más de un año, sus resultados los dio a conocer el jefe de la Misión, Kevin Casas durante la sesión del Consejo Permanente de la OEA la semana pasada.

Recojo varias observaciones, una de ellas es que los comicios pasados fueron sumamente complejos con momentos muy tensos por las discusiones entre los vocales del Consejo Electoral. En esa línea la Misión planteó que se “concilien la diversidad de opiniones y el debate interno”. Eso está bien para efectos de manejar la imagen de la institución, pero no para gestionar adecuadamente los instrumentos que aseguran un proceso electoral transparente y que, además, prevenga la participación de movimientos y ciudadanos descalificados por corrupción y fraude (entre otros motivos de descalificación), pues es allí cuando se agradecen las denuncias de las diferencias a la interna de la cúpula del CNE.

Otra recomendación es que se aclare el reglamento de promoción electoral porque se constató que se exigió el uso de palabras específicas lo que podría concluir en censura previa. También se planteó “que los jueces del Tribunal Contencioso Electoral gocen de estabilidad para desempeñar sus tareas de manera independiente, sin presiones externas y sin temor a una posterior remoción”.

En un contexto nacional plagado de denuncias de corrupción y un CNE que genera desconfianza, el panorama electoral se espera lleno de rechazo general. La participación ciudadana y su derecho al voto visualizado como la manifestación popular en la urnas pierde todo su significado si sus participantes desconocen su legitimidad. Los apagones, la alteración de actas, la vista nublada en cuanto a permitir que movimientos y personas no calificados lo hagan, la parcialidad de la autoridad a la hora de aplicar los reglamentos, incluso su parcialidad a la hora de elaborarlos son solo ejemplos de todos los detalles que contribuyen a que caminemos a las urnas con pesimismo y poca esperanza de tener un país con mejor institucionalidad.

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