Los dragones de Edna Iturralde

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

Fue un privilegio para mí, allá por el 2014, asistir al lanzamiento de la saga fantástica Drakko Planet de la autora ecuatoriana Edna Iturralde. Toda mi infancia me cobijé en sus historias como Entre cóndor y león, Lágrimas de ángeles y El pirata barbaloca. Pero, desde que ella me supo manifestar que estaría trabajando en una saga fantástica, mi interés por esta narradora creció aún más.

En un momento mi mente divagaba y pensé que podría encontrarme con algo muy al estilo de Harry Potter o Crónicas de Narnia. Pero, en realidad, descubrí un mundo lleno de dragones… mejor dicho un mundo sólo de dragones. Sus primeras páginas me hicieron recordad esa hermosa saga fantástica de Cristopher Paolini con los libros Eragon, Eldest, Brisingr y Legado. Edna supo, muy profundamente, que los dragones son sinónimo de una sola palabra: magia. Así, Drakko Planet, para mí su obra cumbre, es una muestra de una creatividad que no posee límites. La narración fantástica y épica es prácticamente desconocida en la literatura ecuatoriana, así como los thrillers, la novela de terror y la policíaca. Pero estas temáticas son las que darán oxígeno a nuevas formas de escribir historias.

Edna Iturralde se atrevió a abrirse campos desconocidos. Sus novelas han dejado atrás íconos muy costumbristas y decidió viajar a mundos reales e irreales, se universalizó. Es importante tomar su ejemplo. Su larga carrera (con más de 50 títulos publicados) demuestran la tenacidad de las narradoras nacionales. Su legado quedará para varias generaciones y es un orgullo que se haya coronado como la ganadora del Premio Cervantes Chico. A este paso, querida Edna, solo te falta ganar el Premio Hans Christian Andersen, ¡así que adelante!

Tus dragones han logrado rugir casi tan fuerte como los de Poniente, aunque no posean esa ferocidad. Tu reino de Kru-urk representa, como lo explicas, los valores: Honor, Lealtad, Templanza y Nobleza. «Los doce de fuego» son seres singulares cuya luz debe brillar en estos tiempos de oscurantismo social y cultural.

¡Bravo, Edna y gracias por tus historias! Has creado doce criaturas místicas y que Dios te bendiga por ello.  

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