El funcionario dijo a Efe que se ha decidido hacer «más estricto y meticuloso» el proceso del otorgamiento del estatus para evitar los «abusos» que se registraron en el pasado.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció el sábado que «ahora se exigen más requisitos» para calificar esas solicitudes, pero Carrión aclaró que los requisitos no han cambiado, sino que ahora, por ejemplo, la entrevista que se realiza al solicitante es más minuciosa.
También es más exhaustivo el proceso de comprobación de que efectivamente la persona sufriría represalias si volviera a su país de origen.
Según la Cancillería, en Ecuador residen 54.500 refugiados, de los cuales, el 98 por ciento son colombianos que han huido del conflicto interno en su país.
Además, las autoridades ecuatorianas analizan otras 25.000 solicitudes de refugio.
Carrión señaló que desde enero pasado se tiene un mayor control en la recepción misma de la solicitud de refugio, para que avance en el trámite y así evitar aglomeración de procesos que finalmente pueden ser desechados.
Correa advirtió el sábado que «había abusos» y «no se controlaba bien» la entrega de estatus de refugio, por lo que con la nueva medida el Gobierno pretende que se le dé el estatus de refugiado «a quien verdaderamente lo merece».
Ello es en respuesta a las críticas de opositores que han advertido de que refugiados supuestamente se escudan en esa condición para cometer delitos en el país.