Condenan por concusión a ex diputado de Sociedad Patriótica

La Segunda Sala de lo penal de la Corte Nacional de Justicia sentenció al ex diputado César Ricardo Alonzo Mora, del partido Sociedad Patriótica, a cumplir 20 meses de prisión, pagar cuarenta dólares de multa y enmendar los montos por daños y perjuicios a favor del Estado Ecuatoriano, por haber cometido el delito de concusión, según reportó el portal oficial El Ciudadano.

La concusión es un delito que pueden cometer los funcionarios públicos cuando, en uso de su cargo, exigen pagos o contribuciones por realizar las funciones que le son propias. El Secretario Jurídico de la Presidencia de la República, Alexis Mera, explicó la tarde de este miércoles que se demostró que el mencionado ex legislador pidió, en 2007, cargos en empresas públicas como Pacifictel, Andinatel, Petroecuador y en las Aduanas a cambio del voto en la legislatura en favor de las tesis del gobierno.

“A este hombre lo grabamos, probamos que nos pidió cargos y eso significa, según la Ley, un delito que es castigado con varios años de cárcel, que es el delito de concusión, que es cuando un funcionario público pide algo a cambio de cosas legítimas”, puntualizó Mera.

El Secretario Jurídico, agregó que ya no existe la posibilidad de apelación. “Este es un precedente importantísimo para el país para que estos delincuentes de cuello blanco no vuelvan a existir y no se permita que los diputados estén tramitando cosas a cambio de los votos y si vuelve algún diputado, algún asambleísta a pedirnos cargos públicos o contratos, lo vamos a grabar y lo vamos a meter preso si es posible”, añadió el funcionario.

Según el proceso, el 2 de julio de 2007, a las 21:00, el diputado César Alonzo Mora se reunió en el hotel Hilton Colón de Guayaquil, con el capitán de Policía Rommy Vallejo acudió por disposición del Presidente a entrevistarse con el diputado Alonzo, quien había solicitado reunirse con Correa. Vallejo fue como delegado presidencial con el propósito de escuchar a Alonzo, quien se presentó como representante de sus colegas Rommel Chávez, Emperatriz Espinoza, Claudia Jijón, Rodrigo Bautista, Jorge Alarcón, Jorge Moroto, Carmen Espín, Fausto Mora, Rosa Neira, Gladis Flor y Marcelo Totoy. Mora habría pedido las vicepresidencias de Pacifictel, Andinatel, Petroecuador y en las Aduanas, a cambio de su voto y el de los 12 diputados más, a favor del veto presidencial a la Ley de Justicia Financiera y de otras normativas de interés del Ejecutivo.

En los días siguientes, la Secretaría Nacional Jurídica de la Presidencia de la República presentó una denuncia en contra de Alonzo Mora. En el 2008 Alonzo fue detenido pero salió en libertad ante lo que Mera explicó que se podía recurrir al pago de una fianza pero “ahora que el juicio terminó tiene que ir a la cárcel”.

“Vamos a buscarlo por toda la República para arrestarlo, si descubrimos que está fuera del país procederemos a la extradición. El mensaje es que este Gobierno no está dispuesto a ceder a chantajes, no estamos dispuestos jamás a ceder a cuotas de poder, a reparto de tronchas y a componendas y si algún momento nos comienzan a chantajear, si lo podemos probar vamos a iniciar las acciones penales”, enfatizó la Prensa Presidencial.

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19 Comments

  1. EXELENTE !!!   TIENEN  QUE PAGAR LOS VIVARACHOS…TARDE O TEMPRANO…
    ESPEREMOS QUE ALGUN MOMENTO SIRVAN PARA CONDENAR A LOS REVOLUCIONARIOS, LOS PATIVIDEOS ESTARAN PENDIENTES…..TARDE O TEMPRANO SE LES DARA UNA POCA DE LA MISMA MEDICINA..

  2. A partir de ahora veremos más casos como este ya que se se han agotado las instancias a recurrir.
    Hay que hacer justicia con todos esos corruptos llámese del color que se llame o revolucionarios, etc…

  3. A partir de ahora veremos más casos como este ya que se se han agotado las instancias a recurrir.
    Hay que hacer justicia con todos esos corruptos llámese del color que se llame o revolucionarios, etc…

    •  La lista es larga, hay una tal Scheznarda Fernandez ex PSC a la que le compraron su voto los SAQUEADORES de turno, liberaron a su tio narcotraficante. Pronto la vimos a la tal Fernandez renunciar a su partido, votar a favor de los Apistas y embarcarse en viajes internacionales acompaniando a correa, DE PASEITO.

      Ser SERVIDOR de correa tiene sus ventajas, hace muy poco vimos en el enlace sabatino en Nueva York al ALCLADE de YAGUACHI entre su comitiva, tan ridiculo el asunto que el mismisimo demagogo de Carondelet, entre risitas de hiena musito: que hace el alcalde de Yaguachi en Nueva York?, algo parecido sucedio cuando en MASA se fueron a turistear a las PIRAMIDES de EGIPTO, en ese entonces andaba de TURISTA el alcade de Vinces, juntamente con el ahora «traidor» ex-traficante de tierras Cesar Rodriguez y la Fernandez.

      Una golondrina no hace primavera, ni les quita lo podrido de su cuadrilla APista.

    •  La lista es larga, hay una tal Scheznarda Fernandez ex PSC a la que le compraron su voto los SAQUEADORES de turno, liberaron a su tio narcotraficante. Pronto la vimos a la tal Fernandez renunciar a su partido, votar a favor de los Apistas y embarcarse en viajes internacionales acompaniando a correa, DE PASEITO.

      Ser SERVIDOR de correa tiene sus ventajas, hace muy poco vimos en el enlace sabatino en Nueva York al ALCLADE de YAGUACHI entre su comitiva, tan ridiculo el asunto que el mismisimo demagogo de Carondelet, entre risitas de hiena musito: que hace el alcalde de Yaguachi en Nueva York?, algo parecido sucedio cuando en MASA se fueron a turistear a las PIRAMIDES de EGIPTO, en ese entonces andaba de TURISTA el alcade de Vinces, juntamente con el ahora «traidor» ex-traficante de tierras Cesar Rodriguez y la Fernandez.

      Una golondrina no hace primavera, ni les quita lo podrido de su cuadrilla APista.

  4. Bien por la sanción a todo acto de corrupción, pero será que se sansiona de la misma forma al asambleista que votó a favor del candidato del gobierno a cambio de que a la esposa le elijan vicealcaldesa? o a los que firman contratos de publicidad? o la concejala del Municipio de Quito perteneciente a AP cuyo esposo pide hasta el 70% de los contratos?

  5. Bien por la sanción a todo acto de corrupción, pero será que se sansiona de la misma forma al asambleista que votó a favor del candidato del gobierno a cambio de que a la esposa le elijan vicealcaldesa? o a los que firman contratos de publicidad? o la concejala del Municipio de Quito perteneciente a AP cuyo esposo pide hasta el 70% de los contratos?

  6. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
    tecnología, cínica en la ciencia, cínica en la educación, cínica en la
    información, cínica en la política,  cínica
    en la forma de gobernar, cínica en la forma de legislar, cínica en el liderazgo
     y hasta cínica en la forma de morir.

    En el cínico no existe la
    consciencia como tal,  sino una
    rudimentaria relación estratégica y táctica, de escrúpulo y de desinhibición,
    de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello movido a manera de manipulación
    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
    promueve y legitima la corrupción y la impunidad.

    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
    escuchar sobre, los contratos millonarios sin licitación, las coimas, las gratificaciones,
    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  7. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
    tecnología, cínica en la ciencia, cínica en la educación, cínica en la
    información, cínica en la política,  cínica
    en la forma de gobernar, cínica en la forma de legislar, cínica en el liderazgo
     y hasta cínica en la forma de morir.

    En el cínico no existe la
    consciencia como tal,  sino una
    rudimentaria relación estratégica y táctica, de escrúpulo y de desinhibición,
    de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello movido a manera de manipulación
    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
    promueve y legitima la corrupción y la impunidad.

    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
    escuchar sobre, los contratos millonarios sin licitación, las coimas, las gratificaciones,
    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  8. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
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    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
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    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
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    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
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    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
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    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
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    hicieron, dice el cínico.

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    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
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    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

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    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  9. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
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     y hasta cínica en la forma de morir.

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    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
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    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
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    hicieron, dice el cínico.

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    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
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    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
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    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
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    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  10. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
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    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
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    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
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    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
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    de que se los descalifica públicamente.

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    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

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    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  11. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
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    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
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    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

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    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
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    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  12. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
    tecnología, cínica en la ciencia, cínica en la educación, cínica en la
    información, cínica en la política,  cínica
    en la forma de gobernar, cínica en la forma de legislar, cínica en el liderazgo
     y hasta cínica en la forma de morir.

    En el cínico no existe la
    consciencia como tal,  sino una
    rudimentaria relación estratégica y táctica, de escrúpulo y de desinhibición,
    de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello movido a manera de manipulación
    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
    promueve y legitima la corrupción y la impunidad.

    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
    escuchar sobre, los contratos millonarios sin licitación, las coimas, las gratificaciones,
    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  13. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
    tecnología, cínica en la ciencia, cínica en la educación, cínica en la
    información, cínica en la política,  cínica
    en la forma de gobernar, cínica en la forma de legislar, cínica en el liderazgo
     y hasta cínica en la forma de morir.

    En el cínico no existe la
    consciencia como tal,  sino una
    rudimentaria relación estratégica y táctica, de escrúpulo y de desinhibición,
    de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello movido a manera de manipulación
    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
    promueve y legitima la corrupción y la impunidad.

    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
    escuchar sobre, los contratos millonarios sin licitación, las coimas, las gratificaciones,
    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  14. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
    tecnología, cínica en la ciencia, cínica en la educación, cínica en la
    información, cínica en la política,  cínica
    en la forma de gobernar, cínica en la forma de legislar, cínica en el liderazgo
     y hasta cínica en la forma de morir.

    En el cínico no existe la
    consciencia como tal,  sino una
    rudimentaria relación estratégica y táctica, de escrúpulo y de desinhibición,
    de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello movido a manera de manipulación
    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
    promueve y legitima la corrupción y la impunidad.

    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
    escuchar sobre, los contratos millonarios sin licitación, las coimas, las gratificaciones,
    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

  15. EL BURRO HABLANDO DE OREJAS………
    EL
    CINISMO

    Cuando el mundo se hunde en  una crisis de valores y se agota en un arrogante
    ascenso de los antivalores como elemento preponderante en la cotidianeidad de
    la humanidad, el cinismo eleva sus garras y clava sus pesuñas para perennizarse
    en la consciencia resquebrajada y enferma del Homo saphiens. La humanidad
    entonces se vuelve cínica en el amor, cínica en los negocios, cínica en la
    tecnología, cínica en la ciencia, cínica en la educación, cínica en la
    información, cínica en la política,  cínica
    en la forma de gobernar, cínica en la forma de legislar, cínica en el liderazgo
     y hasta cínica en la forma de morir.

    En el cínico no existe la
    consciencia como tal,  sino una
    rudimentaria relación estratégica y táctica, de escrúpulo y de desinhibición,
    de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello movido a manera de manipulación
    por parte de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo,
    que interiormente se desinhibe y exteriormente se amuralla.

    Todo cínico, tapa, cubre, fomenta, anima,
    promueve y legitima la corrupción y la impunidad.

    Los gobiernos cínicos recurren a  controles burocráticos, a estados de
    excepción, a eliminación de procesos de licitación, a suspensión de concursos
    de merecimientos y oposición, se apropian de la justicia, reprimen el
    pensamiento y la palabra; criminalizan la protesta social y la oposición;  patrocinan la rápida acumulación de riqueza y
    la transferencia de recursos públicos a personas, grupos o empresas vinculadas
    al poder político.

    Cuando el cinismo gobierna se hacen contratos con empresas  “mafiosas” y 
    empresarios  “gánsteres”, a pesar
    de que se los descalifica públicamente.

    El cinismo del régimen reconoce la sosería del
    discurso revolucionario sociolisto, pero lo usa habilidosamente  para engañar a la población.

    Las autoridades cínicas saben de los negociados fraudulentos
     y saben que todo el mundo sabe, pero aún
    así se mantienen en su disfraz de honestidad.

    El cínico establece un sistema de perfeccionamiento y
    acreditación de la corrupción, ¡robé y qué! En la partidocracia también lo
    hicieron, dice el cínico.

    En el régimen del cinismo ya no es necesario robar y
    esconderse, ya no se encubre la corrupción, ya no hay vergüenza al doblar
    el billete junto a la licencia, para salvar la infracción, ya no se sonrojan al
    escuchar sobre, los contratos millonarios sin licitación, las coimas, las gratificaciones,
    el peculado, el delito, el fraude,  el
    tráfico de influencia, las palancas, el enriquecimiento ilícito de los alza
    manos. En el cinismo ya todo o casi todo se hace a plena luz del día, con
    escrituras públicas.

    El cinismo gubernamental, formaliza el despotismo, el
    abuso del poder, el silencio de los medios informativos, todos los excesos,
    insultos, vejaciones, improperios, maltratos, injurias, humillaciones lo vuelve
    cotidiano y normal.

    El pueblo en el régimen cínico se vuelve sordo, ciego y mudo,
    se vuelve manso, dócil,  obediente,
    sumiso, doméstico. Entonces el cínico, 
    feliz y encantado busca la reelección, porque su pueblo se va
    contagiando lenta y progresivamente del cinismo, el pueblo se vuelve cínico y
    el cínico gobierna por los siglos de los siglos.

    Dr. Guillermo Bastidas Tello

     

     

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