Un grupo de estudiantes del colegio Mejía, en la ciudad de Quito, bloquearon las calles aledañas al plantel en protesta por la agresión que sufrió el joven Édison Cocíos, el pasado 15 de septiembre. Cocíos, que recibió el impacto en su cabeza de una bomba lacrimógena lanzada por los policías.
Versiones difundidas por la prensa dan cuena que ese día los agentes penetraron en los predios del colegio persiguiendo a los revoltosos que protestaban contra el programa de bachillerato unificado. Los padres de Cocíos aseguran que su hijo no formaba parte de la protesta y que fue una víctima colateral de la represión policial. Los compañeros del joven agredido piden que se sancione a los policías. Aunque el culpable del exceso ha sido identificado, el proceso judicial no avanza y el acusado ha huído, aseguran los padres de la víctima.
El muchacho está descerebrado desde hace dos meses y los médicos dicen que se encuentra en estado crítico.
Este día los agentes policiales no utilizaron gas lacrimógeno, y solo se valieron de las motos para rodear a los jóvenes y disolver la protesta.
ESTE ESTUDIANTE ES UNA VICTIMA MAS QUE SEGURO DEBE ESTAR EN LA CONCIENCIA DE CORREA.
CUIDADO CON LOS ESPIAS EN LOS COLEGIOS ES CAPAS DE HACER ESO PARA CONTROLAR LOS QUE SE DICE POBRE PAIS
CUIDADO CON LOS ESPIAS EN LOS COLEGIOS ES CAPAS DE HACER ESO PARA CONTROLAR LOS QUE SE DICE POBRE PAIS