CIDH alerta de posible «estrangulamiento financiero»

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió este jueves respaldo al proyecto de reforma que ha aprobado para sí misma y urgió a los cancilleres de la OEA a no tomar medidas que la aboquen a «un estrangulamiento financiero».

En una conferencia de prensa un día antes de que la Organización de Estados Americanos (OEA) reúna a los cancilleres para cerrar un largo proceso de reforma del órgano de derechos humanos, los comisionados defendieron los cambios a su propio reglamento que la CIDH aprobó el pasado lunes y que entrarán en vigor el 1 de agosto.

«Estamos seguros que con esta reforma la Comisión Interamericana ganará eficacia y eficiencia en la protección y promoción de los derechos humanos en la región, así como una mayor certeza jurídica, transparencia, predictibilidad y rendición de cuentas«, dijo el presidente de la CIDH, el mexicano José de Jesús Orozco.

El comisionado definió el proceso como «participativo, incluyente, transparente, y con buenos resultados», dado que ha tenido en cuenta tanto la visión de la sociedad civil como las 53 recomendaciones emitidas por la OEA en enero de 2012, con las que se inició el proceso de reforma que espera cerrarse este viernes.

Por tanto, la CIDH «considera que ha cumplido con su compromiso», agregó Orozco, que dijo no haber «escuchado ni de parte de los Estados ni de la sociedad civil ninguna preocupación respecto a los esfuerzos que ha empeñado la Comisión ni en cuanto a su resultado».

El borrador de resolución que se prevé que debatan los cancilleres el viernes «toma nota» de ese documento, dando un respaldo explícito de los Estados al trabajo autónomo de la Comisión, que ha modificado 13 artículos de su reglamento.

No obstante, un grupo de países liderado por Ecuador ha lanzado propuestas para profundizar en esos cambios que han abierto un nuevo debate, centrado fundamentalmente en cómo financiar la Comisión y sus ocho relatorías, dirigidas a áreas específicas de derechos humanos.

Ecuador defiende que la CIDH se financie únicamente por el presupuesto regular de la OEA y contribuciones voluntarias de los Estados miembros, lo que elimina la posibilidad de que busque fondos fuera de ese esquema, por ejemplo en la Unión Europea (UE), que financia hoy una buena parte de las actividades de la Comisión.

Orozco advirtió hoy sobre el impacto que tendría sobre el funcionamiento de la Comisión esa propuesta, que insta a la CIDH a recaudar sus fondos «sin fines específicos», es decir, que no estén condicionados a proyectos concretos.

«Si se impide que la Comisión reciba estos apoyos, nos preocupa que se propicie el estrangulamiento financiero de la Comisión y se le impida cumplir con su misión encomendada«, dijo Orozco.

La relatora para la Libertad de Expresión de la CIDH, la colombiana Catalina Botero, explicó por su parte que, como su oficina no forma parte del presupuesto regular de la OEA, todos sus fondos dependen de proyectos que sus abogados elaboran y presentan a concursos internacionales.

«Si a la Relatoría de la Libertad de Expresión no le permiten hoy, tal y como están las cosas, acceder a estos recursos, hay que cerrar esta oficina«, advirtió Botero.

Otra de las ideas que debatirán mañana los cancilleres es la de convertir a las otras siete relatorías de la CIDH en especiales, es decir, otorgarles el mismo rango que la de Libertad de Expresión y encargarlas a una persona a tiempo completo, en lugar de hacerlas depender de los comisionados como ocurre hoy.

En el borrador de resolución que se debatirá mañana en la OEA se indica que esa medida debe producirse «sobre la base de un financiamiento adecuado», es decir, siempre que los Estados miembros aumenten sus aportaciones.

La CIDH apoya la idea de todas sus relatorías puedan tener «un mandato permanente» y desea que los Estados aumenten sus fondos para que así sea, según explicó Orozco, pero considera que no debe hacerse en detrimento de otras áreas, como el sistema de casos.

«A lo que aspiramos es a que se dote por parte del presupuesto ordinario de la OEA de todos los recursos necesarios para que funcione la Comisión a plenitud, que todas y cada una de sus relatorías puedan funcionar cabalmente y plenamente», indicó.

A un día de la cita de cancilleres, y pese a las divisiones en la región, el secretario ejecutivo de la CIDH, el también mexicano Emilio Álvarez Icaza, valoró que «hay un entorno totalmente diferente respecto a lo que fue a mediados del año pasado».

«Se ha demostrado que la Comisión es el patrimonio de los pueblos de las Américas», dijo.

«La Comisión ha cumplido. Tocaría ahora a los estados parte cumplir con las aportaciones, y dar un tiempo de margen para que las recomendaciones se puedan implementar», concluyó Álvarez Icaza. EFE

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