Justicia aplaza búsqueda del sitio de matanza indígena

Quito, 6 abr (EFE).- El Ministerio de Justicia de Ecuador indicó hoy que aplazó hasta el próximo lunes la búsqueda por tierra del sitio donde se presume hubo una masacre de indígenas que habitaban en una zona de la Amazonía del país, a manos de otro grupo aborigen contrario.

En su cuenta de twitter, el Ministerio señaló que «debido a condiciones geográficas adversas se aplaza» hasta el lunes la patrulla de búsqueda conformada para ubicar la zona y a las víctimas del supuesto ataque.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en su habitual informe de los sábados, no quiso referirse al número de muertos por el ataque, aunque algunos dirigentes han dicho que podrían ser entre dieciocho y más de treinta.

Según Correa, las primeras investigaciones dan cuenta de indicios de un cadáver, aunque dijo que se debe esperar a que las indagaciones continúen.

El pasado martes, el Ministerio de Justicia informó de que inició una investigación sobre la supuesta masacre de indígenas taromenane, una comunidad en aislamiento voluntario que habita en la selva, a manos de otro grupo aborigen: huaorani.

El ataque se habría producido por una venganza, ya que a inicios de marzo pasado una pareja de líderes huaorani habían sido asesinados con lanzas, aparentemente, por indígenas taromenane que custodian sus territorios para impedir el paso de personas afines a empresas madereras.

Aunque se desconoce el número de indígenas muertos, algunos dirigentes de la etnia huaorani estiman que serían más de treinta y que dos adolescentes taromenane habrían sido capturadas.

Pedro Enqueri, dirigente Huaorani, señaló que las niñas que están en poder de la comunidad huaroani de Yarentaro han sido vacunadas contra el posible contagio de enfermedades y adoptadas por una familia de esa localidad.

Asimismo, el presidente de la Nacionalidad huaorani del Ecuador, Cawetipe Yeti, dijo que logró ingresar anoche a la comunidad de Yarentaro, donde conoció que entre las víctimas habrían niños, adolescentes, adultos y ancianos.

Según ese dirigente, los cuerpos de las víctimas se encontrarían dispersos en una zona de cien metros.

También, el presidente ecuatoriano aseguró que el Estado «ha tomado todas las medidas del caso» para «aclarar qué pasó».

Correa, además, criticó el manejo que han hecho ciertos medios de comunicación sobre el tema, sobre todo la publicación de unas fotografías de indígenas asesinados con lanzas, que podrían herir la susceptibilidad de las personas e, incluso, alentar el odio racial.

El mandatario, tras recordar que leyes nacionales e internacionales prohíben la difusión de imágenes de ese tipo, señaló que la publicación de las fotografías por parte del diario La Hora también atenta contra los derechos humanos de los indígenas.

«Tomaremos cartas en el asunto» y «no permitiremos que ningún majadero, ningún pelucón (ricachón), que tuvo plata para una imprenta, se ponga por encima» de la ley y del Estado.

Para Correa, el conflicto es «un asunto entre comunidades», «un problema entre clanes» indígenas, en el que unos, los huaorani, están incorporados al resto de la sociedad, y otro, los taromenane, prefieren vivir en aislamiento voluntario en la selva.

Los problemas entre los dos grupos es antiguo y, según la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se debe, en parte, a la reducción de sus territorios a causa de la expansión de las fronteras petrolera y agrícola en la Amazonía ecuatoriana.

El presidente de la Conaie, Humberto Cholango, en un manifiesto difundido el jueves, exigió al Estado coordinar acciones con las autoridades de la nacionalidad huaorani «para tomar medidas adecuadas en la zona de conflicto y realizar una investigación seria y transparente de este lamentable hecho».

Ello para «no desviar la atención del verdadero problema de fondo» que sufren los huaorani y otros grupos en aislamiento, por la contaminación y la presencia de la industria petrolera y maderera, del que «el Estado es parte responsable», indicó Cholango. EFE

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