El presidente encargado de Venezuela, y candidato oficial a la presidencia, Nicolás Maduro, denunció hoy la entrada al país de lo que denominó un “grupo de mercenarios” que, aseguró, están “coordinados con la derecha para incrementar los crímenes, sabotear el sistema eléctrico” y los acusó de sabotear hoy parte del sistema eléctrico del occidente del país.
Sostuvo que la oposición planea asesinarlo: “ellos me quieren matar” y denunció a los los ex subsecretarios de Estado de los Estados Unidos,Roger Noriega y Otto Reich, junto a “la derecha salvadoreña” que aseguró ha mandado unos sicarios para asesinarlo.
Horas antes, Maduro resaltó sus raíces indígenas al pedir el apoyo masivo de la comunidad indígena venezolana de cara a los próximos comicios presidenciales.
Maduro, cuya campaña se ha centrado en invocar al fallecido presidente Hugo Chávez, que lo escogió como su sucesor, recordó a los aborígenes de Venezuela que su mentor fue un gobernante que se distinguió por reconocer su existencia, así como sus derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan.
«Estoy aquí como nieto de indias, no soy un burgués fariseo y farsante, que viene hacer un acto farisaico o de payaso, yo estos símbolos los siento en mi alma», dijo Maduro en un mitin realizado en la capital del estado selvático de Amazonas, en el extremo sur del país, donde recibió de regaló una corona ceremonial y un collar de parte de un representante indígena. Un regalo similar recibió su principal contendor, el líder opositor Henrique Capriles, en una pasada visita.
«Yo soy Maduro, el indio brazo duro, heredero de Guaicaipuro», un cacique indígena que se resistió a la conquista española, resaltó. «Siento profundamente como mi comandante supremo (Chávez) los derechos de los pueblos indios y del Amazonas», indicó el presidente encargado.
«Venimos con el plan de la patria a reconstruir un nuevo ciclo de armonía perfecta del pueblo con Dios, la naturaleza y con ustedes mismo; vengo a cumplir el sueño de Chávez de ver un estado Amazonas en manos de su pueblo», mayoritariamente indígena.
Cerca de 350.000 de los 28 millones de venezolanos son descendientes de indígenas, pertenecientes a unas 28 etnias. La mayoría de los venezolanos son considerados «mestizos» de indígenas, europeos y africanos.
La Constitución venezolana, promovida por Chávez, reconoce la existencia de los pueblos, su organización social, política y económica, sus culturas, idiomas, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan.
No obstante, pese a ese reconocimiento, la mayoría de las comunidades indígenas todavía vive en condiciones paupérrimas. Según cifras oficiales, tres de cada cuatro de los descendientes de los aborígenes no poseen documentos de propiedad sobre la tierra, más de la mitad carece de escuelas, centros de salud, entre otros servicios públicos.