Entre muertes y antes del reconteo, Maduro asume Presidencia

CARACAS, Venezuela — Nicolás Maduro juramentó el viernes como nuevo presidente de Venezuela y formalmente se convirtió en el sucesor del fallecido Hugo Chávez.

En un acto en la Asamblea Nacional, Maduro juró cumplir con la Constitución venezolana.

«Queda usted a partir de este momento investido como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela para el periodo 2013-2019», dijo el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista Diosdado Cabello.

El legislador y la segunda de los cuatro hijos de Chávez, María Gabriela, le colocaron enseguida la banda presidencial.

En su discurso, Maduro, aseguró que está dispuesto a dialogar con el líder de la oposición, Henrique Capriles, al que llamó «nuevo Carmona» en alusión a Pedro Carmona, efímero presidente autoproclamado durante el fallido golpe de Estado de 2002.

«Estoy dispuesto a conversar hasta con el diablo, que Dios me perdone, hasta con el nuevo Carmona si es necesario para que cese en su odio contra mi, contra el pueblo, para que cese en su intolerancia», afirmó Maduro durante su discurso de investidura.

El recién investido gobernante comparó las campañas electorales del oficialismo y la oposición, e indicó que la del chavismo fue de «altura».

Apuntó que, «por otro lado, iba la campaña de intolerancia», que calificó de «brutal, por ejemplo, contra el pueblo cubano» y que, según dijo, buscaba «justificar» un desconocimiento de los resultados de los comicios del pasado 14 de abril.

«La campaña xenófoba que yo la comparé con el clima de la Alemania de los años 30 y 40 contra el pueblo judío», sostuvo.

«Tiene las mismas características de intolerancia, de odio, de muerte, que luego justificó el holocausto judío, guardando las distancias históricas, pero las características de la campaña son iguales», sostuvo.

Apuntó que «en este caso no era contra el pueblo judío» sino contra el cubano, e insistió en su denuncia de que durante las movilizaciones opositoras en contra de su proclamación como presidente antes de que se haga el recuento de votos fueron quemados ambulatorios que el Gobierno mantiene con apoyo de médicos cubanos.

La oposición ha afirmado que no tiene constancia de los ataques a los centros médicos denunciados por el Gobierno.

La ceremonia de juramento ha tenido lugar sin la presencia de la bancada opositora, cuyos 65 diputados optaron por no acudir al estimar que era necesario antes hacer un recuento del 100 % de los votos y que hasta entonces Maduro es un presidente ilegítimo. Mientras juramentaba, en algunas partes de Caracas se escuchaba un «cacerolazo», que en los últimos días se ha vuelto una muestra de rechazo a Maduro por parte de la oposición.

Al acto asisten jefes de Estado y de Gobierno de 17 países y más de 60 delegaciones oficiales. Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Bolivia, Evo Morales; Brasil, Dilma Rousseff; Uruguay, José Mujica, e Irán, Mahmud Ahmadineyad, fueron llegando en horas de la mañana.

«Llegamos para darle un abrazo a nuestros amigos y compatriotas venezolanos y desearles la mayor suerte posible y recordar que la prosperidad es fruto del trabajo, porque nadie nos va a regalar el paraíso (…); lo tenemos que ganar y eso significa paz, trabajo y compromiso», declaró Mujica a los periodistas.

Morales destacó, a su vez, la participación de casi un 80 % del electorado en las elecciones ganadas por Maduro el domingo pasado, con 50,78 % de los votos, solo 1,83 puntos porcentuales por encima del 48,95 % que cosechó el líder opositor Henrique Capriles.

Fernández y Rousseff no efectuaron declaraciones, en tanto que Ahmadineyad subrayó que «hoy es el día de solidaridad, unidad, desarrollo y progreso de Venezuela».

«Yo creo que aquí a Venezuela (han llegado) los líderes y amigos independentistas que buscan la justicia; están en el camino para materializar cosas tan importantes», añadió Ahmadineyad y recordó al fallecido presidente Hugo Chávez, a quien llamó «líder solidario para la integración latinoamericana y mundial».

Previamente, poco después de la media noche, el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, recibió al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien dijo que Venezuela entrará en una nueva fase.

«Es una nueva etapa porque la presencia física del comandante-presidente Chávez era una presencia física insustituible y por lo tanto el desafío es enorme, el reto es enorme (…) pero estoy seguro que el pueblo sabrá salir adelante», indicó Ortega.

Ha faltado el gobernante de Chile, Sebastián Piñera, que no pudo viajar a Caracas «por compromisos ineludibles», dijo el jefe de la diplomacia venezolana. EFE

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