Correa se opone a que las parejas homosexuales puedan adoptar

Quito, 30 de mayo de 2013.- El Presidente de la República, Rafael Correa, durante una entrevista para el programa Frente a la Noticia de radio Majestad. Foto: Eduardo Santillán T/Presidencia de la República.

Quito, 30 may (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se opuso hoy a las adopciones por parte de parejas formadas por personas del mismo sexo, porque considera que los niños deben ser adoptados por familias de tipo tradicional, «papá-mamá, hombre-mujer», dijo.

Correa estimó que el modelo de familia tradicional «es lo natural» y «la naturaleza, algo de razón debe tener», agregó en una entrevista en la emisora Radio Majestad.

El mandatario formuló estas opiniones al ser preguntado sobre su posición frente al matrimonio entre personas del mismo sexo, al que también se opuso con el argumento de que la Constitución ecuatoriana define el matrimonio como la unión de parejas formadas por un hombre y una mujer.

Opinó que «es discutible» que esto suponga algún tipo de discriminación porque, bajo la definición constitucional del matrimonio, todas las personas tienen derecho a casarse, explicó.

Además, recordó que tal definición responde a la voluntad del pueblo ecuatoriano en su conjunto, que aprobó de forma democrática la constitución.

Para él, el matrimonio entre personas del mismo sexo no da a los contrayentes más derechos que no les otorgue ya la figura de la unión de hecho, también reconocida por la constitución ecuatoriana, y subrayó que «no hay Gobierno que hayan apoyado a las minorías sexuales más que éste».

Correa mantuvo la pasada semana un vivo debate en la red social Twitter acerca del derecho de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio y llegó a plantear la posibilidad de realizar una consulta popular aprovechando las elecciones locales de febrero de 2014.

Hoy aseguró que mientras él sea presidente de Ecuador, el concepto de matrimonio «así se mantendrá», aunque volvió a reiterar la posibilidad de llevar a cabo esa consulta «en el último de los casos».

Sin embargo, para el gobernante, asuntos como este «ni de lejos» son temas prioritarios y se preguntó si la no aprobación del matrimonio gay supondría una disminución de los niveles de felicidad o un incremento de la pobreza.

Al abordar este asunto, Correa defendió su posición conservadora en asuntos morales.

«Ahora resulta que ser conservador en lo moral es no ser de izquierda», ironizó, y agregó que «si uno no está supuestamente en la vanguardia de todos estos temas morales, incluso de moral individual, ya es reaccionario. Eso son tonterías, son novelerías que le están haciendo mucho daño a los proyectos de izquierda en América Latina», apostilló. EFE

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