Maduro obliga a cadena de cines a exhibir una película sobre Bolívar

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha intruido al ministro de Relaciones Interiores para abrir una investigación a la cadena Cinex, uno de los dos mayores conglomerados de salas de exhibición en el país. “Hay que abrir una investigación, compañero Torres”, dijo, dirigiéndose al titular de la cartera. “Ellos desprecian al pueblo, a ellos no les importa sacar películas que promuevan la prostitución, la violencia, la drogadicción, al contrario, ellos viven de eso”.

Maduro reaccionaba así a la presunta censura por parte de las empresas privadas de una película hecha, bajo encargo del gobierno, por el realizador Luis Alberto Lamata, uno de los directores de cine y televisión más prestigiosos del país, según reporta el diario español El País. Se trata de «Bolívar, el hombre de las dificultades», una historia semificcionada sobre el período de un año, entre 1815 y 1816, en que el Libertador sudamericano enfrentó sus horas más inciertas en el exilio en Haití.

El propio presidente había acudido dos semanas antes a su preestreno, del que salió, según sus palabras, “muy conmovido”. La cinta, sin embargo, no encontró un buen ambiente para su recepción. En primer lugar, la protagoniza -en el rol de Bolívar- el cantante y actor Roque Valero, quien durante la más reciente campaña electoral apoyó al entonces candidato chavista y hoy presidente, Nicolás Maduro. Con eso ya se enajenaba de antemano una buena porción de potenciales espectadores rabiosamente antichavistas. Además, varios expertos cuestionaron algunas licencias del libreto –como, por ejemplo, la de mostrar al prócer sopesando la posibilidad del suicidio- que no tendrían sustento histórico.

Los problemas pasaron a mayores la semana pasada, cuando el largometraje entró al circuito comercial de exhibición. En la tercera función del día de estreno, en una importante sala del este de Caracas, el proyector se dañó. El incidente hizo suponer a los presentes, entre ellos, un reportero del diario oficialista Ciudad CCS, que se trataba de un sabotaje. Ante la denuncia, el órgano regulador del sector, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), abrió un procedimiento administrativo contra Cines Unidos, una de las cadenas de pantallas comerciales, propietaria del lugar de esa sala en particular. La empresa se sintió obligada a ampliar el número de salas donde pasa la película y a reiterar, mediante un comunicado público, su “apoyo al cine nacional”.

El estreno se hizo en 40 salas de todo el país, incluyendo nueve en Caracas, la ciudad capital. Pero el director protestó y argumentó que una producción norteamericana mediana se estrenaba, en promedio, en 20 salas capitalinas y señaló que en ninguna sala del Centro Comercial Sambil, el shopping más emblemático de Caracas, se proyectaba su filme.

Fue cuando intervino Nicolás Maduro, quien en una intervención televisada a todo el país sentenció que “eso es censura, y la censura es un delito”. Reacción que ha agradado al director del filme. “En realidad, saludo el entusiasmo del presidente Maduro en defensa del cine nacional”, declaró Lamata.

A la fecha, casi 45.000 espectadores han visto la película, un promedio honroso para el mercado venezolano. El presidente Maduro ha dicho que “merece 20 premios Óscar”-, puso todo el peso institucional en su favor: a una semana del estreno, se muestra en 15 salas de Caracas, en vez de las nueve iniciales. Cinex y otros exhibidores comerciales, bajo intensa presión gubernamental, acudieron hoy a una reunión en el despacho del Ministro de la Cultura, Fidel Barbarito, a fin de acordar otros incentivos para el filme nacional, a cambio de suspender los efectos de la investigación ordenada por Maduro.

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* Con texto de Ewald Schanferberg, publicado en el diario español El País.

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