Pedro Restrepo se solidariza con Jaime Guevara

Pedro Restrepo, el padre de los hermanos Restrepo (desaparecidos en 1988, durante el gobierno del presidente León Febres Cordero) ha defendido hoy en su cuenta de Facebook al cantautor Jaime Guevara, de quien Correa dijo que lo había agredido en completo estado de ebriedad.

Restrepo ha escrito: «Solidaridad total contigo, hermano Jaime Guevara. ante las apreciaciones equivocadas del Presidente Correa sobre tus costumbres e integridad personal. Te conozco desde hace 25 años como abstemio y vegetariano radical, un ejemplo para la juventud que te quiere y admira. Siempre a pesar de tus problemas neurológicos de salud, en primera fila, apoyando las causas justas y rechazando los abusos del poder vinieren de donde vinieren. Siempre contigo, querido Chamo».

El incidente ha sido narrado el 30 de agosto en su cuenta de Facebook por Jaime Guevara, uno de los más importantes referentes del rock ecuatoriano y un ícono de la trova urbana quiteña. Guevara, también conocido por su defensa de la ecología y los derechos humanos, narra que hizo una mala seña («bayoneta en alto con mis manos) al paso de la caravana presidencial en el centro de Quito, cuando el Presidente de la República se bajó de su vehículo y, llamándolo «borracho, marihuanero», lo desafió, «aflojándose la corbata» a que si tiene algo contra él se lo diga «hombre a hombre».

Guevara continúa el relato diciendo que cuando intentó corresponder al desafío del Presidente, fue inmediatamente rodeado de «policías y militares» y fue detenido por orden del presidente, para ser puesto en libertad después que este se marchó. Guevara ha alegado que su gesto hacia el Presidente intentaba ser solidario con los jóvenes golpeados durante la marcha en favor del Yasuní del pasado martes.

Correa ha dado su versión en la sabatina del 31 de agosto. «Jaime Guevara, que es un macho, hizo  una mala seña al presidente. Me le bajo: «Hermano, tienes algún problema conmigo». Créanme que ese pobre hombre, se tambaleaba, apestaba a alcohol, tenía toda una droguería encima. Porque es drogo… ¿ya? Le dije… me dio hasta pena… dije: llévense a este tipo… en esas condiciones no puede deambular, a las nueve de la mañana, ese pobre hombre, borrachísimo, totalmente drogado… ¡pobre hombre! Lo que tiene que irse es a un sanatorio para que lo desintoxiquen y no hable tanta incoherencia». 

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