CARACAS, Venezuela (AP) — Encabezados por el ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles, cientos de miles de opositores del gobierno del presidente Nicolás Maduro salieron el sábado a plazas de distintos municipios del país para mostrar su fuerza luego de varias embestidas del gobierno y protestar contra la crisis económica y la escasez de productos.
La jornada nacional de protesta se realizó 15 días antes de los comicios del 8 de diciembre para elegir a los 335 alcaldes del país y que Capriles aseguró son comicios vitales porque podrían ser «el freno» al «desastre que estamos viviendo».
En esa elección la oposición aspira a mantener su presencia en las grandes ciudades como Maracaibo, en el occidente del país, y ampliarla en Caracas, donde sólo uno de los cinco municipios capitalinos está en manos del oficialismo.
La jornada de protesta pacífica, en la que los opositores se concentraron en plazas, fue convocada esta semana por Capriles y como una manifestación en contra de la crisis económica del país, que el dirigente opositor atribuye a malas políticas aplicadas en los últimos 14 años por el gobierno del ahora fallecido presidente Hugo Chávez y el actual de Maduro de siete meses de gestión.
En Caracas, la concentración se realizó a partir del mediodía en la Plaza Venezuela, en el centro de la ciudad.
En cadena de radio y televisión desde la casa de gobierno, el presidente Maduro agradeció los obsequios recibidos por ser el día de su cumpleaños 51 e incluso agradeció «la torta» o pastel que la oposición le había dado con su protesta, en un juego de palabras en jerga local donde «poner la torta» quiere decir «meter la pata» o equivocarse y hacer el ridículo.
«Hasta a la oposición le agradezco por la torta que pusieron hoy, hasta a ellos, sus regalos. No les agradezco su odio, ante su odio que Dios los perdone, los bendiga y les quite ese odio y esa amargura. Bastante agua bendita… Hoy pusieron la torta» o hicieron el ridículo, dijo el mandatario.
En la plaza, Yahaira Vargas, de 37 años, que se dedica a limpiar oficinas y vive en Caracas, contó que llegó al lugar a las 9 de la mañana acompañada de sus hijos de 9 y 10 años.
«Estoy en contra del gobierno por todo lo que está pasando», dijo. «La escasez, la inseguridad, la inflación. Es falso que sólo los ricos protesten contra el gobierno, añadió Vargas al destacar que era una mujer humilde y que quería a Venezuela viviendo «libre y democrática».
Marcolino Duarte, de 56 años, propietario de una pequeña fábrica de ladrillos de cemento, dijo que salió a manifestarse «porque no siquiera tengo cómo trabajar porque no se consigue cemento. Esto tiene que parar».
En un discurso de una media hora frente a sus simpatizantes y desde una tarima colocada a un costado de la plaza, Capriles no sólo urgió a los venezolanos a salir a votar el 8 de diciembre, sino también les pidió que en caso de que se produjera su eventual captura, no tenían que esperar que alguien los convocara a manifestar en la calle, sino que salieran solos.
Más temprano, Capriles denunció en su cuenta de Twitter que su coordinador nacional de giras por el país, Alejandro Silva, fue sacado de su habitación de un hotel de Caracas por agentes de seguridad la madrugada del sábado y que desconocía el paradero de Silva o las razones para tal acción. Al final de la jornada, el dirigente opositor indicó en la red social que Silva ya estaba libre.
En su intervención en la casa de gobierno y que se extendió unas dos horas, Maduro no mencionó el caso de Silva.
En el acto en la plaza, el caso de Silva fue calificado por Capriles como una forma «cobarde» de intimidarlo y lo atribuyó directamente a Maduro.
«Si aquí el problema soy yo. Te lo vuelvo a decir que aquí estoy. No te tengo miedo. Te lo he dicho una y otra vez ¿quieres meterme preso? Échale bolas (hazlo). No seas cobarde Maduro», indicó.
«Nuestro pueblo sabe lo que tiene que hacer. Ya ustedes saben, no esperen que nadie se los pida. Salen a la calle. Nicolás tienes miedo, porque no quieres que la verdad siga recorriendo todos los rincones del país. Ellos (en el gobierno) quieren que el miedo se meta dentro de cada uno de ustedes. Por eso quiero pedirle a nuestro pueblo que salga el 8 de diciembre a vencer el miedo», indicó Capriles, también gobernador del central estado Miranda, vecino a Caracas.
La abogada Delsa Solórzano, diputada al Parlamento Latinoamericano y miembro de la Mesa de la Unidad Democrática, o la coalición de grupos de oposición, dijo a reporteros en el acto en la plaza que fue junto con otros opositores a la DIM y lograron confirmar que Silva se encontraba en ese organismo, cuya sede se encuentra al este de la ciudad.
Un hombre que atendió el teléfono de la DIM declinó telefónicamente comentar el caso cuando fue consultado por la AP.
La noche del viernes Maduro, al hablar sobre la protesta opositora, dijo que ordenó la captura de dos supuestos miembros de los partidos opositores Voluntad Popular y Primero Justicia, que según él, estarían involucrado en planes para generar hechos de violencia en contra de sus propios seguidores para luego culpar a los partidarios del gobierno. Maduro no identificó a esos detenidos. Los opositores han negado tales señalamientos.
La protesta opositora es la primera desde inicios de año, cuando oficialistas y seguidores de Capriles coparon las calles y avenidas de distintas ciudades del país en medio de la campaña electoral de los comicios del 14 de abril y que el Consejo Nacional Electoral dice que ganó Maduro por un estrecho margen de unos 260.000 votos. El resultado fue desconocido por Capriles al asegurar que el oficialismo se robó las elecciones.
La protesta opositora es para mostrar su capacidad de movilización antes de las elecciones, lo que es más necesario ante la debilidad que últimamente han presentado, dijo el analista y consultor Edgar Gutiérrez en un correo electrónico enviado a la AP.
«Derrotas electorales sucesivas, problemas de financiación importantes, ciertos desencuentros a lo interno y mínimo alcance en los medios de comunicación radioeléctricos, son los principales rasgos de esa debilidad, a lo que yo añadiría cierto nivel de desesperanza», añadió el analista. «Por eso comentaba, ayer (en meses pasados), frente a un adversario poderoso y popular (como Chávez) muchos lucharon. Hoy, frente a un adversario más débil y mucho menos popular, hay desesperanza».
Por VIVIAN SEQUERA, Associated Press. Foto de la página de Facebook de Henrique Capriles.
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