El dueño del grupo editorial venezolano 6to Poder Leocenis García,detenido hace cuatro meses tras ser acusado de supuesta legitimación de capitales, evasión fiscal y «financiación al terrorismo» fue excarcelado este jueves por razones de salud y será juzgado en libertad, informó su defensa.
«Está maltrecho de salud por la huelga de hambre y esa fue una de las motivaciones de su medida (de liberación) pero las secuelas de la huelga son duras aunque está en proceso de recuperación», dijo a Efe el abogado del editor, Pedro Aranguren.
El abogado recordó que García pasó más de 50 días en huelga de hambre, lo que le generó daños a su salud y que por ello el tribunal que lleva su caso decidió que el acusado debía ser juzgado en libertad.
«Estamos en el proceso (judicial) esperando la audiencia preliminar», dijo tras añadir que para el momento de su liberación el editor se encontraba en un calabozo de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), lugar de reclusión que a lo largo de cuatro meses alternó con el Hospital Militar por causa de la huelga.
García, de 33 años, fue detenido por la Policía venezolana el 30 de julio pasado y acusado de cometer los delitos de legitimación de capitales, evasión fiscal y «financiación al terrorismo».
Además de su detención, el Ministerio Público también ordenó la congelación de las cuentas bancarias del Grupo 6to Poder y de García, «tras no poder justificar los altos montos de dinero que maneja, los cuales no declaró» al Fisco, según la Fiscalía.
La bancada oficialista en la Asamblea Nacional (Parlamento) denunció a García el pasado 17 de julio por evasión fiscal, defraudación tributaria y legitimación de capitales y afirmó que el editor tenía una cuenta en Suiza con fondos millonarios.
García, que se declara «empresario y periodista de oposición», ha vivido varios incidentes con el Gobierno en los últimos años.
En junio, fue detenido de manera temporal por protagonizar una protesta en la que denunciaba supuestas presiones gubernamentales contra compañías de cable para que sacaran del aire la señal de un canal de televisión que intentaba adquirir.
El editor mantuvo entonces además una huelga de hambre inicial que acabó a los pocos días, cuando fue liberado.