Bachelet y Matthei van tras abstencionistas

SANTIAGO, Chile (AP) — La abstención en la primera vuelta presidencial chilena llegó al 50,8%, lo que ha impulsado a las candidatas finalistas Michelle Bachelet, abanderada de la oposición, y a Evelyn Matthei, oficialista, a pedir a los electores que acudan a votar masivamente en el balotaje el 15 de diciembre.

En la propaganda televisiva de anoche ambas candidatas instaron a quienes sufragaron en la primera ronda, el 17 de noviembre, a que lo hagan nuevamente, y a quienes se abstuvieron, que esta vez concurran a votar.

Bachelet, una médica de 62 años, socialista, obtuvo en la primera ronda el 46,68% de los sufragios, y Matthei, una economista conservadora, de 60 años, el 25,01%. Como ninguna consiguió el 50% más uno de los votos, pasaron a la segunda vuelta, tras imponerse a otros siete candidatos.

Desde el retorno de la democracia, en 1990, el candidato que ganó la primera vuelta, ha triunfado en la segunda.

El centroderechista presidente Sebastián Piñera, entrevistado el domingo por la noche en el programa de televisión «Patio de los Naranjos», del canal privado Mega, dijo que «yo espero una segunda vuelta mucho más estrecha que la primera. Esa es mi expectativa».

Añadió que ha pensado las razones de la derrota oficialista –Matthei con un 25% y los parlamentarios con un 36%– pero rehusó revelarlas «porque no quiero que se utilice en contra de nuestra candidata (Matthei)».

«Sin duda, y lo vamos a discutir en extenso, hay algunos que amenazan con ‘la noche de los cuchillos largos’, y yo digo: Cuidado porque ¿quién tiene aquí la libertad para tirar la primera piedra?…Yo veo que hay algunos que los están afilando (los cuchillos)», agregó.

La «Noche de los cuchillos largos», alude a una purga de Adolf Hitler contra dirigentes y personalidades del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo, quienes fueron asesinados la noche del 30 de junio de 1934. Hitler justificó la masacre diciendo que eran conspiradores.

La derecha conservadora culpa a Piñera por los malos resultados de Matthei, pues tras promoverla como la candidata presidencial oficialista, por la renuncia de dos aspirantes anteriores, lanzó una serie de críticas que enredaron a la candidata en un debate sobre derechos humanos, que no la favoreció.

Matthei es una defensora de la dictadura de Augusto Pinochet, 1973-1990, que dejó unas 40.000 víctimas, 3.095 asesinados por la policía represiva.

En septiembre, en el 40mo aniversario del golpe de Pinochet, Piñera criticó a los derechistas que habiéndose enterado de las graves violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura, callaron o no quisieron saber; al Poder Judicial que no hizo nada, y a quienes llamó «cómplices pasivos» del régimen militar, 1973-1990.

Las palabras de Piñera desataron un debate que se prolongó todo septiembre, que fue calificado por Matthei como «una trampa».

El mandatario, que ha dado señales contradictorias sobre su eventual repostulación presidencial en 2017, concluyó que hay mucho que aprender de lo sucedido en estas elecciones, y que «es fundamental que la centroderecha asuma en forma categórica y definitiva un compromiso mucho más fuerte con los derechos humanos…».

Bachelet fue una presa política de la dictadura junto a su madre. Su padre, el general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, fue asesinado por las torturas de sus propios camaradas mientras estaba encarcelado por haber colaborado en el gobierno del presidente socialista Salvador Allende.

Matthei es hija de un amigo y camarada del general Bachelet, el general Fernando Matthei, un Ministro de Pinochet que luego integró la Junta Militar. Ella admite que en el plebiscito de 1988 votó «Sí» a la alternativa de que Pinochet siguiera en el poder hasta 1998.

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