Mujeres marchan para exigir fin de la represión en Venezuela

CARACAS, Venezuela (AP) — Mujeres opositoras marcharon este miércoles para condenar los excesos de la Guardia Nacional en el control de las manifestaciones mientras campesinos y beneficiarios de programas sociales caminaron en apoyo al gobierno de Nicolás Maduro, que desde hace tres semanas enfrenta manifestaciones callejeras que han dejado 16 muertos y más de un centenar de heridos.

Encabezadas por la diputada opositora María Corina Machado y Lilian Tintori, esposa del detenido dirigente opositor Leopoldo López, en silencio y con una cinta negra atada en el brazo derecho en señal de luto las mujeres marcharon unos ocho kilómetros desde la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana hasta el comando regional de la Guardia Nacional en el centro de Caracas. La marcha se desarrolló pacíficamente.

«Marchamos por los caídos, por los presos y los torturados hasta los comandos y destacamentos de la Guardia Nacional, aquí y en otras ciudades del país para apelar a su conciencia como ciudadanos y a su deber como soldados«, dijo Machado a la prensa.

Agregó «¡Basta ya de represión! El deber de un soldado es defender nuestro país, no atacar, reprimir y asesinar a los venezolanos».

Las manifestantes fueron recibidas por mujeres miembros de la Guardia Nacional, quienes entregaron flores a la diputada Machado.

Machado, por su parte, exhortó a los militares «a detener de inmediato la represión» y que se desarticulen las milicias armadas conocidas como «colectivos», que apoyan al gobierno.

Opositores y activistas de derechos humanos han denunciado que la Guardia Nacional y la policía han incurrido en «excesos» y «abusos» al contener las protestas, señalamientos que han sido objetados por las autoridades.

Maduro considera que las protestas son parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado.

Los violentos incidentes ocurridos en Caracas y otras ciudades del interior han dejado 16 muertos, 149 heridos y 579 detenidos de los cuales las autoridades le abrieron proceso sólo a 45, entre ellos a nueve funcionarios de los cuerpos de seguridad.

En tanto, campesinos, miembros de cooperativas y beneficiarios de varios programas sociales subvencionados por el Estado marcharon hasta el palacio presidencial de Miraflores, en el centro de la capital, donde se espera que dé un discurso Maduro.

En los últimos cinco días oficialistas han organizado varias concentraciones en el palacio de gobierno en respaldo a Maduro, que enfrenta su primera crisis política desde que asumió en abril de 2013 luego de las elecciones realizadas ese mes tras la muerte del expresidente Hugo Chávez.

Este miércoles amanecieron en su mayoría despejadas las principales avenidas y autopistas del este de Caracas, que en días pasados fueron tomadas por decenas de manifestantes que levantaron improvisadas barricadas con materiales de desecho, alambres de púas y troncos de árboles. Decenas de guardias nacionales y policías siguen desplegados en varios sectores de la ciudad.

La calma volvió también a la ciudad central de Maracay, sacudida la víspera por violentos incidentes que incluyeron saqueos de pequeños centros comerciales que dejaron atrás una estela de destrozos, constataron reporteros de The Associated Press durante un recorrido.

En la barriada La Isabélica de la ciudad centro costera de Valencia, donde grupos de encapuchados bloqueaban las calles con barricadas, se registraron en la mañana del miércoles varias escaramuzas entre los manifestantes y agentes de la Guardia Nacional que les arrojaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma en un intento fallido por replegarlos.

Carlina La Roche, de 65 años, se quejó de que varios disparos de perdigones alcanzaron su casa, donde vive con dos niños, debido a la cercanía al lugar de las protestas.

Aunque no participa de las protestas, La Roche comentó que hay razones para hacerlo, citando la escasez de alimentos básicos como la leche, la harina de maíz y el aceite.

«No hay ni harina para las arepas (especie de tortilla) y los venezolanos sin la arepa no somos nada», dijo a la AP.

«Estamos aquí protestando, no conseguimos nada. No hay harina para hacer arepas, para hacer desayunos, no tengo nada que vender, tengo que salir de Valencia para comprar aceite», coincidió Yoselin Hernández, propietaria de un pequeño restaurante en La Isabélica.

En un intento por aplacar las tensiones y buscar una salida a la crisis, Maduro convocó para el miércoles a una conferencia por la paz, pero el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles desestimó la iniciativa alegando que el gobernante no puede llamar a un diálogo porque es una «parte en el conflicto» y continúa «atizando la crisis con insultos y acusaciones infundadas» en contra de sus adversarios.

Capriles ha dicho además que el palacio de gobierno «no es un escenario para convocar la paz en el país» porque allí es donde se «ordena la represión» a los manifestantes.

*Foto tomada de twitter

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