El Canciller Ricardo Patiño ha señalado al diario español El País que “la campaña mediática internacional que ha distorsionado la realidad que se vive en Venezuela y que tiene como una de sus consecuencias la exacerbación de las tensiones y la pérdida de confianza entre actores”, es uno de los principales factores que “conspiran” contra el éxito del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
Patiño sostiene que, ahora, lo esencial es trabajar para “definir los términos y las condiciones de los posibles acuerdos para su puesta en marcha”. Para él, el futuro de este proceso pasa por lograr definir la Comisión de la Verdad, encargada de investigar la violencia en la que se ha sumergido Venezuela en estos últimos dos meses y estipular otros puntos de partida similares que “conciernen a la Comisión Económica y la de Derechos Humanos”.
Patiño minimiza la influencia que ahora mismo puedan tener las marchas de estudiantes. “En estos momentos han perdido intensidad, son claramente esporádicas y van acompañadas de un creciente grado de concienciación sobre la validez de las mesas de diálogo a las que ha convocado el presidente Maduro desde hace ya varios meses”.
El presidente Nicolás Maduro también ha desestimado las protestas callejeras que han ocurrido en Caracas y otras ciudades en los últimos dos meses y ha denunciado que forman parte de un plan de «golpe de estado».
El mandatario, proclamado ganado el 14 de abril del 2013 en los comicios que se realizaron tras la muerte del presidente Hugo Chávez, hace frente a esta crisis política en medio de severas dificultades económicas generadas por una desbordada inflación, que alcanzó en febrero una tasa anualizada de 57,3%, y un fuerte déficit fiscal.
Venezuela se ha visto sacudida desde febrero por protestas de universitarios y opositores, esencialmente de clase media, que han salido a manifestarse en las calles contra la inflación, el desabastecimiento y un alto índice de delincuencia.
Los incidentes violentos registrados en Caracas y otras ciudades han dejado 41 muertos, 674 heridos y unos 2.285 detenidos, de los cuales 175 permanecen arrestados y sujetos a procesos judiciales, según la Fiscalía General. El proceso de acercamiento entre las partes en Venezuela cuenca con la facilitación de los cancilleres de Brasil, Colombia, Ecuador y el nuncio apostólico en Venezuela.