Avanza la Cumbre del Clima en Lima con desacuerdos de Ecuador y Costa Rica

Foto por: @UNICTehran

Perú (AP) — La conferencia sobre cambio climático oirá a partir del martes a presidentes y ministros con la esperanza de recibir un impulso que destrabe las negociaciones para un nuevo acuerdo global en 2015.

Costa Rica y Ecuador se mostraron poco entusiastas acerca de los logros de las rondas de técnicos en la primera semana de la llamada conferencia de las partes (COP20), que realiza las Naciones Unidas en Lima.

«Las negociaciones están muy polarizadas», afirmó el ministro del ambiente Edgar Gutiérrez-Espeleta, principal delegado político de Costa Rica para las negociaciones en Lima. «Debemos tener menos discursos y más propuestas concretas».

La ministra ecuatoriana del ambiente Lorena Tapia coincidió, y dijo que el punto más crítico que ha trabado el proceso es el que se refiere «como siempre, a las finanzas».

«Es el momento que los países desarrollados cumplan con lo que son sus obligaciones», dijo, «y nosotros como países pequeños, no siendo obligatorio, estamos dando un paso adelante en lo que va a ser París».

Los diálogos de Lima se encaminan a resolver temas que han estado pendientes por años sobre niveles de contaminación de los países, a fin de poner en marcha en París un nuevo tratado que limite a 2 grados Celsius (3,8 Fahrenheit) el calentamiento global comparado con el nivel que la Tierra tenía antes de la era industrial en el siglo XVIII.

El delegado estadounidense, Todd Stern, dijo sin embargo que veía «un espíritu positivo» en Lima, sobre la base de los avances que habían hecho Estados Unidos y China antes de la conferencia en cuanto a reducción de sus niveles de contaminación para el año 2025.

Pero delegados de países latinoamericanos hicieron notar que si el acuerdo de París requiere que las partes establezcan en sus propias leyes metas de reducción de las emisiones de gases de invernadero, se podría hacer que Estados Unidos y China, los mayores contaminadores del mundo, se retiren, lo que llevaría el proceso otra vez al colapso.

En 2009 en Copenhague ya ocurrió un fracaso.

«En esta semana que ha concluido los países hemos tenido un trabajo difícil», dijo Stern en una rueda de prensa. «Creo que en general hay una atmósfera positiva en Lima, y así como hay indicios de buena voluntad existen también divisiones importantes sobre varios temas».

Cuando se le preguntó si el poco avance se debía a desacuerdos históricos entre Estados Unidos y China, Gutiérrez-Espeleta respondió que no deseaba particularizar casos, pero que lo que podía decir era que «todavía hace falta un poquito de ambición colectiva para llegar a un feliz término en París».

Comentando una petición de los organizadores a los delegados para asistir a las sesiones con ropa informal ante la inesperada ola de calor en Lima, dijo que estaba de acuerdo porque «hay un calor infernal allí en las salas» de negociaciones.

Un periodista le dijo que si aquello de «infernal» era más bien por el calor de las negociaciones, a lo que el ministro contestó: «Usted lo dijo, no yo».

Gutiérrez-Espeleta hablará ante el plenario de la COP20 el miércoles, luego de los presidentes de Colombia, México y Chile. El martes lo hará el presidente boliviano, Evo Morales, quien completa el grupo de apenas cuatro presidentes latinoamericanos visitantes.

Naciones Unidas ha calculado inicialmente en 100.000 millones de dólares el costo de la adecuación de los países pobres a los nuevos mecanismos que señalaría el acuerdo de París para el año 2050. Pero luego indicó que podría ser el doble o más.

El ministro costarricense afirmó que lo que los países en desarrollo desean no era solamente ayuda financiera sino también «trato justo» en su comercio internacional.

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