El Pleno de la Asamblea Nacional se solidarizó con el gobierno de Venezuela, frente a la expedición del Decreto Ejecutivo estadounidense que declara la situación en Venezuela como una «amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidenses».
La Asamblea exigió al gobierno de los Estados Unidos el respeto irrestricto a los principios de soberanía, no injerencia y autodeterminación de los pueblos, alertando que cualquier conflicto interno de Venezuela o de cualquier nación, debe ser resuelto en el marco de sus respectivas normas constitucionales y por sus propios ciudadanos sin la injerencia de potencias extrajeras y, por tanto solicitar al presidente Barack Obama la derogatoria de este decreto atentatorio al derecho internacional.
Con 86 votos, los asambleístas respaldaron y hacen suyo el comunicado de los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur, de 14 de marzo 2015, en el cual se solicita al presidente Obama la derogatoria de su decreto y rechaza la injerencia de los Estados Unidos de América en la República Bolivariana de Venezuela.
Así mismo, respaldaron la resolución del Parlamento Latinoamericano, en relación a la no injerencia de ningún estado en asuntos internos de otro estado, resolución por las vías democráticas de cualquier conflicto interno y solicitud del levantamiento del Decreto Ejecutivo emitido por Barak Obama.
La resolución será entregada a la Asamblea Nacional Venezolana y al presidente Nicolás Maduro por medio de su Embajada ante nuestro país.
En el análisis de los alcances de resolución de respaldo a Venezuela, la proponente, María Augusta Calle, subrayó que lo sucedido el 9 de marzo es una acción peligrosa y atentatoria a hombres y mujeres de paz de la América soberana.
«Estamos frente a un decreto de guerra contra América Latina«, dijo, al argumentar que el pronunciamiento de Unasur es que se deje sin efecto el decreto de Barack Obama, por violentar el derecho internacional y ser extraterritorial.
De su lado, el asambleísta Fabián Solano opinó que el decreto del presidente de Estados Unidos es un insulto a la libertad y a Latinoamérica; Armando Aguilar sostuvo que la decisión de Estados Unidos contra Venezuela es una muestra más que quiere imponer su imperialismo, la violencia y guerra.
Paola Pabón aseguró que es inaceptable y no tiene sentido el argumento de Estados Unidos que Venezuela es una amenaza para la seguridad. Esta no es la historia de los 70 y América Latina ya no es el patio trasero de Estados Unidos, añadió, mientras César Umaginga lamentó detención de prefectos y gobernadores en Venezuela, por pensar diferente al gobierno, al cuestionar la resolución de Estados Unidos.
De su lado, el legislador Diego Salgado objetó la sesión reservada de Unasur, que solo presentó la resolución contra Estados Unidos. Luego, Leonardo Ortiz, indicó que América ha sido víctima de torturas, invasiones y guerras por parte de Estados Unidos para apropiarse de sus recursos naturales.
Fernando Bustamante, presidente de la Comisión de Soberanía y Relaciones Internacionales, sugirió que la resolución deber ser de apoyo al pueblo y al Estado venezolano, no solo al gobierno. «Con esta resolución estamos diciendo que no queremos otro Irak en nuestro continente», al advertir que no se puede permitir que un imperialismo pretenda imponer una política agresiva.
Jorge Escala, entre tanto, enfatizó que la izquierda revolucionaria y la unidad popular ecuatoriana reafirman la condena al decreto firmado por Barack Obama y manifestó su preocupación por la inseguridad, desabastecimiento de productos básicos que se vive en Venezuela.
En la sesión intervinieron 21 asambleístas y contó con la presencia de la embajadora de Venezuela.