El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, manifestó hoy su respaldo al mandatario de Ecuador, Rafael Correa, ante las protestas que se han realizado en los últimos días en ese país.
Ortega dio su apoyo a Correa en un acto en la Presidencia nicaragüense en el que recibió las cartas credenciales de los embajadores de Ecuador, Panamá, Honduras y Perú.
Las polémicas propuestas de reformas legales que fijan nuevos gravámenes a las herencias y a la plusvalía inmobiliaria han sido el detonante de las movilizaciones de las últimas dos semanas por parte de la oposición en Ecuador, que no sólo pide el retiro de dichas iniciativas gubernamentales sino la salida del poder de Correa.
«Como siempre nuestra solidaridad con el pueblo de Ecuador, nuestra solidaridad con el compañero Rafael Correa, no es el primer intento, y ha habido intentos, pero el pueblo es el que tiene la palabra», expresó Ortega.
Por su parte, la embajadora de Ecuador, Aminta Buenaño, dijo que su país sufre en estos momentos embates de fuerzas de la derecha que se niegan a perder el poder y, según expresó la diplomática, quieren hacer caer un Gobierno legítimo y constitucional.
«En estos momentos en que los países progresistas de América Latina sufren una embestida brutal de parte del imperialismo y de la oligarquía nacional e internacional, es más importante que nunca estar unidos, integrados, hermanados», sostuvo Buenaño.
Asimismo, el presidente nicaragüense apuntó que el pueblo ecuatoriano ha sabido defender y sabrá defender su revolución con Rafael Correa al frente de ese proceso.
Ante las movilizaciones en el país, Correa retó el pasado lunes a la oposición a pedir la revocatoria constitucional de su mandato.
«Vamos opositores, en vez de usar la violencia, la fuerza, utilicen la Constitución», dijo el lunes Correa, quien finalmente decidió retirar «temporalmente» los proyectos de reformas legales sobre la herencia y la plusvalía inmobiliaria, que detonaron las protestas.
Correa ha dicho que la situación en su país por las permanentes protestas de la oposición es «bastante grave» porque hay grupos contrarios con ánimo de desestabilizar su Administración. EFE [I]