Sindicatos marchan para preparar «paro nacional» contra el gobierno

Manifestaciones encabezadas por el Frente Unitario de Trabajadores en contra de las políticas gubernamentales el miércoles 24 de junio de 2015. Foto: API

Un numeroso grupo de trabajadores marchó ayer por varias calles de Quito, en una movilización de protesta contra el Gobierno y que forma parte de la preparación de un «paro nacional», cuya fecha aún no está definida.

Consignas contra el Gobierno y varias de sus políticas, a las que consideran «antipopulares», se escucharon en las calles del centro histórico de Quito, por las que los sindicalistas marcharon acompañados por dirigentes indígenas y de otras organizaciones sociales.

Mesías Tatamuez, dirigente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central obrera del país, puso en claro que la protesta de los sindicatos no tiene relación con otras que ha convocado la oposición de derechas.

Tatamuez aseguró que la organización obrera busca «rectificaciones» profundas en el Gobierno del presidente Rafael Correa, a quien acusó de haber aplicado políticas «antiobreras» y «antipopulares».

El FUT, otrora aliado del Gobierno, no quiere la «desestabilización» del Gobierno, como teme Correa, y no rehuye a un diálogo con el Ejecutivo con base a un programa de discusiones amplio que incluya varias leyes laborales en vigor y reformas a la seguridad social, entre otras, dijo Tatamuez.

Durante la marcha, un grupo de manifestantes, escoba en mano, se dedicó a barrer la calle como símbolo de la limpieza que consideran que necesita el Gobierno ante denuncias de supuesta corrupción.

Asimismo, un par de sindicalistas intentó prenderle fuego a una bandera del movimiento oficialista Alianza País, aunque el viento impidió que la insignia se consumiera por completo, por lo que prefirieron pisotearla.

La movilización estuvo resguardada por la Policía, que impidió tibios intentos de los manifestantes por cambiar el rumbo de la marcha con el afán de llegar a la Plaza de la Independencia, donde se encuentra el palacio presidencial.

En esa Plaza Mayor, un grupo de simpatizantes del Gobierno apoyaron con gritos la gestión de Correa y advirtieron sobre los supuestos planes «desestabilizadores» detrás de las protestas opositoras.

El recorrido de la manifestación, que empezó en un parque del centro-norte de la capital, concluyó en la céntrica plaza de Santo Domingo, donde los dirigentes convocaron a otras protestas en las próximas semanas y anunciaron la preparación de un «paro nacional», cuya fecha se anunciará en los próximos días.

Severino Sharupi, presidente encargado de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que también participó en la marcha, dijo a Efe que las movilizaciones continuarán «hasta que el Gobierno retroceda en todas las políticas antipopulares y antiobreras» que ha aplicado,

Asimismo, el líder indígena descartó posibilidades de diálogo con el Gobierno y dijo que los sectores sociales del país se enfocarán en elaborar una plataforma de lucha que irá de la mano con la preparación del «paro nacional».

Sharupi descartó que la movilización de sindicatos y comunidades se centre contra unas reformas a las leyes sobre la herencia y la plusvalía, impulsadas por el Ejecutivo y que han desatado una inusitada reacción de la oposición de derechas.

Hay otras demandas que el «Gobierno tiene que escuchar» en «la voz de las organizaciones sociales», como los reclamos sobre las leyes de Tierras y Agua, añadió Sharupi.

La manifestación concluyó con una barrida y limpieza de un sector de la plaza de Santo Domingo, con lo que los sindicatos ejemplifican su «lucha contra la corrupción» del Gobierno, según dijeron sus dirigentes.

La movilización se convirtió en el preámbulo de otras protestas convocadas para el jueves por varios grupos de oposición, sobre todo en las ciudades de Quito y Guayaquil, contra las reformas a las leyes de herencia y plusvalía, impulsadas por Correa.

Aunque el mandatario retiró temporalmente el trámite de esas reformas de la Asamblea Nacional (Parlamento), la oposición busca que se las «archiven definitivamente». EFE (I)

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