Nebot dice que el gobierno tiene que cambiar el rumbo

El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, ha hecho un llamado al gobierno nacional para que cambie de rumbo. «Estamos en una situación muy grave», ha sostenido. «El obeso estatal no alcanza a rebajar ni una talla de cintura pese a todo el cacareo. El precio del petróleo absolutamente deprimido sin que podamos hacer sino observar. No hay crédito. Hay una peligrosa iliquidez. No hay inversión, por falta de confianza y exceso de declaraciones imprudentes. Está afectado gran parte del aparato productivo, fastidiando el empleo«.

En referencia a las anunciadas enmiendas y a los proyectos anunciados para reformar el impuesto a la herencia, el alcalde guayaquileño detalló que «las últimas encuestas serias siguen demostrando que 2 de cada 3 ecuatorianos rechazan la intención de aumentar a niveles confiscatorios los impuestos a las herencias y a la plusvalía. Esa inmensa mayoría condena que se impida a las familias prosperar».

Sobre el proyecto urgente enviado por el Presidente Correa a la Asamblea Nacional para crear una ley que permita las asociaciones público-privadas, Nebot se preguntó: «¿Quién va a creer en eso? Si ellos mismos borran con el condo lo que hacen con la mano?¨ El alcalde considera que de esa manera solo se ahondará la crisis con más desempleo, más iliquidez, y estancamiento.

Nebot dijo que no hay duda de que en diciembre, el régimen intentará aprobar «lo que ellos llaman enmiendas, que no son sino reformas constitucionales, que tienen que hacerse según la Constitución que ellos votaron, con la aprobación del pueblo ecuatoriano. Y la audacia no queda ahí: quieren impedir que el pueblo se pronuncie en asuntos de interés nacional y local».  Y ha agregado: «Será otra batalla que hay que dar, y será una batalla difícil. Pero  hay una sola batalla que no se puede ganar, la batalla que no se da».

«Hasta en Cuba ya se dan muestras de sensatez», ha dicho. «Fidel Castro ha dicho que los malos revolucionarios son los que empobrecen a todos sin enriquecer a nadie». Y sobre Venezuela: «En Ecuador no se puede ya sostener que se apoya a Venezuela porque ha reducido la pobreza. ¡Tienen una inflación de tres cifras! ¡150% de inflación para esa pobre gente! ¡El milagro venezolano es que no hayan desaparecido!»

«El gobierno tiene que cambiar el rumbo, si respeta al pueblo, debe hacer lo que funciona en bien del pueblo. En economía no hay milagros, hay medidas que funcionan o no funcionan. Ya es hora que se gaste menos y se invierta más. El pueblo no necesita pastores ni Mesías, sino faros o antorchas que iluminen su camino, y esos faros y esas antorchas deben ser las multitudes mismas, unidas, renovadas.» Y aconsejó a los gobernantes que «hagan lo que tienen que hacer, háganlo bien y háganlo ya, porque tienen como misión hacer realidad el pensamiento y el sentimiento del pueblo que es su mandante». (I)

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