Nuevo gobierno de Brasil repudia a Unasur, cancillería de Ecuador y demás bolivarianos

El presidente brasileño en funciones, Michel Temer, llega para ofrecer un discurso en el palacio presidencial de Planalto, en Brasilia, Brasil, el jueves 12 de mayo de 2016 después de que el Senado votara suspender a la presidenta Dilma Rousseff mientras se celebra un juicio político. (AP Foto/Felipe Dana)

Brasilia, 14 may (EFE).- El nuevo Gobierno de Brasil rechazó hoy las opiniones proferidas por la Unasur y la Alba, y por los Ejecutivos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua en relación a la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff.

En sendos comunicados de la Cancillería, Brasil acusa a los «bolivarianos» de «propagar falsedades» y «repudia» las declaraciones del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, que considera «incompatibles» con su cargo.

«Tales juicios e interpretaciones del secretario general son incompatibles con las funciones que ejerce y con el mandato que recibió del conjunto de países suramericanos en los términos del Tratado Constitutivo y del Reglamento General de la Unasur», dice el comunicado en alusión a Samper.

Después de que el Senado decidiera este jueves apartar a Rousseff de sus funciones, al aprobar el inicio del juicio político destituyente en su contra, y de que la mandataria fuera sustituida de forma temporal por el vicepresidente Michel Temer, Samper afirmó que en Brasil hay actores «que están haciendo política sin responsabilidad» y «comprometiendo la gobernabilidad democrática de la región».

Estas declaraciones, según la Cancillería brasileña, presentan argumentos «erróneos» que dejan entrever «juicios de valor infundados y prejuicios contra el Estado brasileño» y «hacen interpretaciones falsas» de la Constitución.

El Ministerio de Relaciones Exteriores subraya que «la realidad es opuesta» a lo expresado por Samper, quien señaló que las conquistas de la sociedad brasileña se encuentran «en peligro».

En relación a los países del bloque bolivariano, la Cancillería resaltó que el proceso político interno de Brasil se desarrolla «en absoluto respeto a las instituciones democráticas y a la Constitución». EFE

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