Ecuador felicita al nuevo secretario de la CIDH, pero recuerda sus críticas

Ecuador, QUITO. April 23, 2016, Los Cancilleres de los países integrantes de la UNASUR, se reunien en su sede en Quito FOTO API/ JAVIER CAZAR

El canciller ecuatoriano, Guillaume Long, felicitó hoy al nuevo secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el brasileño Paulo Abrao, pero recordó las críticas que su país ha hecho sobre ese organismo.

En una carta enviada al brasileño, Long extendió la felicitación del Gobierno ecuatoriano a Abrao, que hoy asumió como secretario ejecutivo de la CIDH, en reemplazo del mexicano Emilio Álvarez Icaza.

«Estamos seguros que este hecho contribuirá a fortalecer el funcionamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y especialmente de la Comisión», expresó Long en el texto, difundido esta tarde por la Cancillería ecuatoriana en Quito.

«Hacemos votos por que la suya sea una gestión fructífera y encaminada a acompañar los procesos de los pueblos latinoamericanos y caribeños en la promoción y protección de los derechos humanos», agrega la misiva enviada a Abrao.

En ella, el jefe de la diplomacia ecuatoriana recordó la posición que ha tenido su país respecto a la «necesidad de reformar» el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).

«Ecuador, junto a otros países parte de la Convención Americana de Derechos Humanos, ha insistido en la necesidad urgente de avanzar en medidas encaminadas a lograr la reforma y un real fortalecimiento del Sistema», añadió Long.

«Creemos que no es posible seguir hablando de un Sistema Interamericano cuando, únicamente, pocos países nos hemos comprometido con todos los instrumentos interamericanos vigentes de derechos humanos», recordó.

Long precisó que «únicamente veintitrés Estados somos parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y únicamente veinte reconocemos la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Todos ellos Estados latinoamericanos y caribeños».

«Estos desequilibrios han provocado grandes contradicciones en el SIDH y, entre ellos, algunos absurdos como el hecho de que la sede de la CIDH actualmente se encuentre radicada en los Estados Unidos, país que, como usted conoce, no es parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos», ni de ninguno de los instrumentos Interamericanos sobre la materia, apuntó el canciller.

Asimismo, recordó la postura ecuatoriana sobre el sistema de financiación del SIDH y dijo que, «de ninguna manera debería estar librado a la voluntad de contribuciones direccionadas y condicionadas».

«Las consecuencias de ese tipo de manejo para los derechos humanos, como usted conoce, son muy graves», dijo Long a Abrao en su misiva, en la que criticó el sobrepeso que tiene en ese reparto la Relatoría sobre Libertad de Expresión.

También aseguró que el Gobierno ecuatoriano «es muy crítico sobre la creación de una única Relatoría Especial (la de Libertad de Expresión) que prioriza este derecho sobre los demás derechos».

«Creemos que no es correcto que no haya existido ninguna explicación adecuada de los motivos que llevaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a crear una Relatoría Especial con privilegios que no posee ninguna de las otras relatorías», agregó.

Long, en la carta a Abrao, también reaccionó a un informe crítico de la Relatoría de Libertad de Expresión contra su país y dijo que esa versión adolece de «graves fallas metodológicas».

Replicó, asimismo, las críticas de la CIDH sobre un proceso de deportación de un grupo de ciudadanos cubanos que se encontraban en el país andino y que exigían visados a México para, desde allí, tratar de llegar de manera irregular a Estados Unidos.

«La deportación de los ciudadanos cubanos se dio puesto que ellos manifestaron su intención de no permanecer en Ecuador y exigieron al Estado facilitar su proceso de migración irregular y peligrosa hacia Estados Unidos», explicó.

No obstante, al final de la carta enviada a Abrao el canciller ecuatoriano señaló que el Gobierno de su país «reitera la disposición para trabajar en todas las reformas necesarias para poner fin a los graves errores en los que ha incurrido la CIDH». EFE (I)

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