Quito, (EFE).- El colectivo de Ecuador que recogió 1,2 millones de firmas a favor del derecho a la reelección del presidente del país, Rafael Correa, seguirá adelante con su labor, pues su objetivo «no es que el presidente sea candidato», sino que «pueda» serlo si lo desea, dijo la líder del grupo, Pamela Aguirre.
Correa agradeció ayer la campaña organizada por el colectivo «Rafael contigo siempre», que entregó las firmas al Consejo Nacional Electoral (CNE) para promover una consulta popular sobre el tema, pero reiteró que no se presentará de nuevo.
«Mi decisión está tomada. Tengo una deuda con mi familia, y, sobre todo, existen valiosos cuadros de AP (el movimiento oficialista Alianza País, que lidera) que pueden tomar la posta y hacer aquello» (ganar las elecciones), escribió el mandatario en twitter.
Una modificación de la Constitución aprobada en 2015 permite la reelección indefinida de cargos de elección popular, pero incorpora una disposición transitoria que fija su entrada en vigor para mayo de 2017, después de las elecciones previstas para febrero.
Hasta entonces seguirá vigente la reelección por una sola vez, que Correa ya disfrutó.
Sin embargo, «Rafael contigo siempre» desea que esa disposición sea derogada para que el gobernante pueda reconsiderar, si así lo desea, su decisión.
«La voluntad de él (de Correa) es algo sobre lo que nosotros no podemos influir», dijo Aguirre en una entrevista con Efe, y precisó que el grupo anhela un nuevo mandato del gobernante, pero subrayó que su objetivo no es lograr la postulación, sino que tenga derecho a presentarse.
Ese objetivo «todavía no lo hemos logrado», indicó Aguirre al comentar que, si finalmente se organiza la consulta popular, la plataforma que dirige hará campaña por el sí.
Pero por el momento «nosotros ya cumplimos nuestra parte de procedimiento jurídico. Todo lo demás está en las instituciones pertinentes», dijo.
«Ya las firmas están entregadas», señaló la activista al destacar que la organización estará vigilante del proceso de validación de las mismas.
Indicó que las firmas son «voluntades de gente que ha hecho muchísimos esfuerzos por recoger (las firmas) y por firmar. Entonces lo que nosotros hemos decidido es estar vigilantes para que las firmas sean validadas» y, al mismo tiempo, permanecer «al margen de las decisiones que tomen tanto la Corte Constitucional como el CNE, organismos que deben manejar el proceso a partir de ahora».
El asunto «ya no está en nuestra cancha, está en la cancha de ellos», declaró Aguirre sobre el papel que tienen esas instituciones.
Para que se celebre la consulta, es necesario que el CNE declare válidas al menos 929.062 firmas, es decir, el 8 % de las personas que figuran en el Registro Electoral.
En ese caso, el colectivo podrá solicitar su dictamen a la Corte Constitucional sobre la pregunta que desea formular a los votantes y si esa instancia dispone la consulta, el CNE tendrá 15 días para convocarla y un máximo de 60 días para llevarla a cabo.
Si se dan estos requisitos, «nosotros, ahí abanderaríamos el sí, pero no vamos a presionar» para que se convoque la consulta, explicó Aguirre.
La activista reveló que, pese a que las firmas ya fueron presentadas, recibió unas 40.000 más que no pudieron ser incluidas, procedentes de diferentes lugares, entre los que citó Massachusetts (EE.UU.), Barcelona (España) o las irlas Galápagos. EFE (I)