Galo Lara pide al Arzobispo de Quito que interceda por su vida

El exlegislador ecuatoriano Tito Galo Lara Yepes, a su llegada el miércoles 17 de septiembre de 2014, al tribunal Supremo en Ciudad de Panamá. EFE/Alejandro Bolívar

El exasambleísta Galo Lara, uno de los más importantes legisladores de oposición, acusado por el régimen y condenado a diez años de prisión por una supuesta complicidad en un triple asesinato, ha enviado una carta al arzobispo de Quito, Monseñor Fausto Trávez, en el que pide que interceda por su vida, según reporta el portal Plan V.

Lara, que es diabético, acude al prelado, «para rogarle su intervención» para que «exhorte» a las autoridades carcelarias, especialmente a la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, a respetar sus derechos humanos: «han llegado al extremo de quitarme mi Biblia, mis medidores de azúcar y de presión, mis zapatos para uso diabético». No ha tenido visitas íntimas por dos años y cuatro meses, «aunque ellos (los del Ministerio) las publican en su página web con fechas, día y hora y no se dan». Denuncia que desde marzo de este año los médicos del Ministerio de Salud «han ordenado cuatro veces, por escrito, que me devuelvan mis zapatos y hasta hoy el Ministerio de Justicia los devuelve. Mi pie izquierdo se está deformando, las plantas y los talones me duelen, los calambres en las noches también son dolorosos».

Lara dice al líder de la Iglesia Católica del Ecuador que tiene la certeza de que «usted sí puede ayudarme: en algún momento estas autoridades van a ir a tomar un té con usted o a pedirle que oremos por ellos».

En otra parte de la carta, Galo Lara le dice a Trávez que «estoy convencido y cada día que pasa sé que se acerca mi libertad, puedo sentirlo, viene desde el cielo, me aferro a eso cada día más». Gracias por escucharme, le dice a monseñor, y le hace un pedido: «valdría también la oportunidad que usted oficie se autorice a nuestros sacerdotes que les permitan ingresar al menos una vez a la semana a las cárceles. Por acá llegan cada tres o seis meses cuando se los autorizan en el Ministerio de Justicia, donde les dicen que esperen (para cuando) estén de humor para autorizarlos a pasar».

La carta, según fuentes vinculadas a Lara, no ha sido respondida por el prelado católico.

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